top of page
  • Sielo Posada Montoya / sielop@gmail.com

Los juglares del nuevo siglo

Tire los dados, arranca “Cacao”. Suena el tiple, trove trove compañero, el tema es: ¿a quién le daría un Premio Nobel de la Paz?

“Yo se lo daría a Hitler

aunque piensen que jamás,

porque gracias a ese tipo

muchos descansaron en paz”

Con esa trova, en una noche del Viernes del Trovador en Astrocol (Asociación de Trovadores Colombianos), Fabio Franco “Cacao”, descrestó al jurado y al público exigente que decidió por tema impuesto El Premio Nobel de Paz, después de cantar el “trove trove compañero”, con unos segundos para entrar al pie del tiple y realizar el primer verso, “Cacao” inició la ronda sin pensar mucho la trova, solo la dijo, simplemente la improvisó.


“Cacao” nació en Támesis Antioquia, es hijo del trovador “Catula”, quién fue su gran impulsador para comenzar a ser un poeta repentista e hizo su primera tanda de trovas con él, ya es trovador por más de 20 años, tiene dos hijas, es humorista del grupo Cark-jada al lado de su amigo y compañero “Carriel”, Rey Nacional de la Trova Ciudad de Medellín 2007 y Rey Nacional de Astrocol 2007, y profesor de grandes trovadores como “Lokillo”, que ahora trabaja como humorista en medios de alcance nacional.


Él es uno de los grandes impulsadores de la trova para los jóvenes, también un trovador que se transforma con el pasar de tiempo y sobretodo, las exigencias que debe tener el repentista actualmente para ser participante de los festivales que se hacen en todo el país. Tiene una carrera muy larga con la trova, vive de hacer humor por medio de las rimas improvisadas, participa activamente de los festivales y realiza programas de televisión para el Oriente antioqueño.


“El cacao representa a mi pueblo”, dice. Su apodo fue muy importante porque fortaleció su carrera artística: “yo me subo a una tarima a trovar y no siento que solamente soy yo, siento que estoy representando a un pueblo”, tanto así que cuando “Cacao” va a Támesis, la gente le agradece y le reitera que en cada trova que hace, deja el nombre del pueblo por lo alto.


“Yo soy de los que sostengo que todos los trovadores somos locos… es que, si usted no es loco, no sirve para trovar”, explica.

“Contéstame Salvo Ruíz,

que te voy a preguntar:

¿cómo pariendo la Virgen

doncella pudo quedar?”

“Óigame doctor Restrepo

Que le voy a contestar:

tire una piedra en el agua,

se abre y se vuele a cerrar…

Así pariendo la Virgen,

doncella pudo quedar”

Las leyendas de la trova nacieron en Concordia, suroeste antioqueño. Antonio José Restrepo “Ñito Restrepo” y Salvador Ruíz “Salvo Ruíz”, en el siglo 19 llevaron la trova a los pueblos de Antioquia, se convirtieron en los primeros trovadores de la trova paisa. “Ñito”, universitario, amante de la poesía y la rima, “Salvo”, un campesino y creador de la trova antioqueña como género musical popular.


La palabra trovar viene del verbo latino tropare, que significa inventar, hablar, encontrar, donde también viene del verbo topar y el sustantivo tope, que es “por salir al encuentro de alguien”, es decir, el trovador sale al encuentro de ideas para poder crear la mejor rima.


Los juglares y trovadores ya existían en la Edad Media, fueron unos de los primeros oficios que promovieron las manifestaciones culturales poéticas y dramatúrgicas, el trovador tenía un estatus de caballeresca, fueron los poetas de la época; a diferencia de los juglares que eran los recitadores populares, contratados por los trovadores para que interpretaran sus creaciones poéticas.


Ellos son algunos de los jóvenes trovadores de hoy. Foto: Sielo Posada.


León Felipe Duque, originario de Marinilla, periodista, investigador sobre las músicas tradicionales y actualmente con estudios en Antropología, hizo su trabajo de grado llamado: Del campo a la ciudad: historia de la trova antioqueña en Medellín.


Su investigación se relaciona con antecedentes como que a principios del Siglo XX, Medellín se estaba trasformando por el desarrollo industrial de la ciudad, por lo tanto, la mano de obra era vital y los campesinos comenzaron a migrar a la ciudad en busca de trabajo y mejoras para su vida. La trova en Medellín se comienza a fortalecer en 1975, cuando se hace el primer festival del género en el Parque Norte. Augusto Vásquez Díaz, admirador del repentismo, decidió organizar un lugar donde la trova tuviera un espacio para ser compartida y poder juntar a los trovadores campesinos con los citadinos, dejando como el primer rey del certamen a un oriundo de Támesis apodado “Becerra”.


Hay diferentes estilos de trova, pero en Colombia, especialmente en Antioquia, se utiliza desde los inicios a la cuarteta, cuatro versos octosílabos, donde riman el segundo y el cuarto de manera consonante; aunque anteriormente la trova no era tan rigurosa como lo es hoy. Los festivales fueron puliendo la manera de trovar, en temas y técnica, la exigencia es mayor.


“Así mismo es una madre

con su rugir tan prolijo

cuando un violento se acerca

hasta el lecho de su hijo”

Eduar Velásquez “Mecato” entonó estas rimas en una de las nuevas modalidades abiertas en el Festival Nacional Ciudad de Medellín del año 2013, inspirado en una| imagen de un león comiéndose a su amo, con la presión de sacar la mejor voz, expresarse bien ante el público y esperar no embarrarla. Considera que esa fue el verso más recordado en su carrera como trovador.


“Mecato” tiene 26 años, vivió y creció en Itagüí, estudió Producción Multimedia, es un apasionado por la música, lanzó su primer disco de salsa hace 8 meses, llamado ¿Y para qué?, también escribe libretos, lleva trovando 8 años y sigue con la meta de ser rey nacional en la Feria de las Flores de Medellín.


Su apodo viene por el gusto a los dulces y la comida chatarra. Cuando iba a las prácticas con otros trovadores, siempre mantenía mecato, dulces, chocolates, papitas y chicles en los bolsillos, y así fue como quedó “Mecato”.


Eduar Velásquez al ser músico y cantante, cree que la voz y la afinación al cantar la trova, la hace más interesante ante el público. Anteriormente, a los trovadores, no les interesaba tener una voz artística o afinada para improvisar. “Todos nacemos con un talento especial, por eso somos tan diferentes”, responde “Mecato” cuando se le pregunta si cree que el trovador nace o se hace, él pone como ejemplo a un trovador de antaño apodado “Ladrillo”, de estilo único y natural: baila, hace chistes dentro de la trova, es uno de los que se ha mantenido intacto en el Festival, aunque añade diciendo que “ahora es difícil encontrar un trovador con esencia a trova”, es decir, uno que cuando se suba a la tarima sepa y se escuche a pueblo, a montañas, a poesía, a más Ñito y Salvo.


“Mecato” caracteriza su trova como una controversia, donde siempre va a la pelea que le proponga el otro, le gusta defender sus ideas por medio de la trova, claro está que según el contexto responde a su compañero, a esto se le suma la voz tan melodiosa que tiene al interpretar una trova.

“El día que yo me muera

dirá el epitafio mío,

aquí yace Cardamomo

y aquí ya-ce mucho frío”

El tema impuesto para esa noche era sobre los epitafios. Orlando Velásquez, un hombre serio, respetable, calmado e inteligente, se ha dedicado toda la vida a investigar sobre la trova y a buscar oportunidades con los nuevos talentos que han aparecido desde que inició con Los Marinillos, grupo humorístico de los años 90, hasta ahora con el apogeo del humor de “Lokillo”.

Actualmente es el presidente de la junta directiva de Astrocol, gran admirador de la trova, recuerda cómo el trovador “Cardamomo”, con picaresca y humor, hace unos versos divertidos sobre el epitafio, algo tan serio y triste para algunos.


Él cuenta que los trovadores actuales “dejan de un lado la profundidad de la trova y se dedican a construir versos supuestamente bonitos”, hay unos que les interesa es complacer y animar al público. Insiste en que la trova tiene ese encanto de la espontaneidad y la comunicación con el público que hace que se converse entre público y trovadores, de eso se trata el ejercicio de trovar. “Ahora el trovador no es crítico, es gobiernista, se apoya según el gobierno que esté mostrando, no analiza, no busca, simplemente repite lo que escucha en la radio y televisión”, critica Velásquez.


La poesía lírica se ha perdido, esa espontaneidad, esa fluidez con la que el campesino habla, el trovador no es franco, es directo y repetitivo, no está diciendo nada nuevo y diferente de lo que se ha dicho, reitera el líder de Astrocol. Tal vez este sea uno de los problemas que afronta el trovador contemporáneo: innovar, decir algo que no se haya dicho, queda como reto principal.


Astrocol es la Asociación de Trovadores Colombianos, lleva 38 años trabajando con los trovadores de la ciudad y del campo. Como evento principal, organizan el Festival Nacional de Astrocol y el Rey de Reyes que es donde los repentistas que han sido reyes de los festivales nacionales, troven y se confronten con otros que también lo hayan sido.


La Asociación ha logrado que el Gobierno Nacional declarara la trova y el verso improvisado como Patrimonio Artístico y Cultural de la nación por medio de la ley 1174 de 2007, que dice en su primer artículo “Declárese el repentismo en sus diferentes formas y estilos literarios, como patrimonio artístico, social y cultural de la Nación.”


El Festival Nacional de la Trova Feria de las Flores es el más importante por la proyección que ofrece a sus participantes. Foto: Sielo Posada.


La Asociación creó la Escuela Nacional de la Trova y el Verso Improvisado, organiza el Festival Nacional Infantil, creó la Escuela Iberoamericana del Verso y la Asociación de Internacional de Formadores en el Verso improvisado. Para Astrocol, los trovadores de antaño son muy importantes, por eso, para el Festival Nacional Astrocol, se separó en categorías a los trovadores para que los que son mayores de 50 años, pasaran a la final, las eliminatorias de realizan en diferentes municipios de Antioquia.


La organización busca que el trovador joven se forme, pero no solo para ser trovador, sino también para ser poeta como los de la vieja escuela. “El vicio que debería coger un trovador es el de la lectura”, y en efecto, muchos de los trovadores de la nueva generación se apasionan por leer y conocer más sobre la historia del país y del mundo, según cuenta Orlando.


“Gabo en su pentagrama

era tan imaginario,

que en vez de notas

ponía letras del abecedario.”

“Es muy difícil escoger una trova porque es son como los hijos de uno, uno a todos los quiere”, dice James Estiven Alzate “Cartucho”, carmelitano de 20 años, estudiante de Comunicación Social – Periodismo, trovador hace 5 años y ex integrante de la Familia Flores, hacía el papel del hijo menor de la familia llamado como su apodo “Cartucho”, en la celebración de La Feria de las Flores de Medellín. Sus primeros acercamientos a la trova fueron como “Cartucho”, que de vez en cuando trovaba como parte de la puesta en escena de su personaje.


Su llegada a la trova fue influenciada por su hermano mayor, quien tomaba en Marinilla unos cursos de trova, así que James decidió aprender allí algunos aspectos que le dieran más bases en la trova, le fue tomando gusto y siguió practicando hasta conseguir ser uno de los trovadores más jóvenes que ha llegado a una final del 12 Festival Nacional de la Trova de la Feria de la Flores.


“Si no es el mejor tiene que ser muy bueno o uno de los mejores.”, dice “Cartucho” al explicar lo importante que es entrenar, leer y conocer el contexto de la ciudad y el país, porque así, es que se hacen los buenos trovadores.


“Cartucho” no se dedica de lleno a la trova, por el contrario, para él la trova es un hobbie que le ha dado la oportunidad de estar en la Universidad, de conocer expresidentes, exministros, de hacer amigos que nunca imaginó.


“Me parece que la trova llega a un momento que limita mucho, porque son 4 versos, o la trova debletiada 8 versos, pero de ahí para allá no hay nada, en el Festival de la Trova de la Feria de las Flores para adelante no hay nada, no hay un viaje, un reconocimiento, un cargo honorario, un lugar donde se dedique a la investigación de la trova porque esa es una de las grandes dificultades del Folklor, los impedimentos que tiene.”, dice James al responder: ¿cómo ve la trova más allá del Festival?


James cree que la trova da pie a otras cosas, como la creación de libretos y humor, ser escritor, ser un buen empresario, como los casos de Carlos Ignacio Gallego, el presidente del grupo Nutresa, Luis Fernando Macías, escritor, Eugenio Prieto que es el director de Área Metropolitana, Álvaro Vásquez, político, Germán Carvajal, director del Teatrico, Pucheros y Juan Pablo, libretistas, LoKillo, humorista, y el trovador – periodista que próximamente será “Cartucho”.


Toca tiple y guitarra, ha estado ensayando el piano y lo ha combinado con la trova, dice que suena bastante bien. El sueño de James es cantar la trova con una sinfónica o con una estudiantina “ya lo hizo Jorge Velosa, ¿por qué nosotros no?”


El recurso literario que más utiliza en la trova son las metáforas, o ponerles puntuación a los versos, comas, puntos, dos puntos. Es difícil creerlo y realizarlo, pero James es de uno de los que cree que la trova tiene puntuación.


En la generación de “Cartucho” hay un respeto de la trova, una mística por la trova, “los trovadores hemos vuelto a ser más importantes por el festival de la feria, hemos ganado ese espacio de reconocimiento, tenemos ideas y discurso para defender y es más una apreciación cultural.”



“La nostalgia del abuelo

que se saboreaba un tinto,

y hoy llega el año noventa

y ve que todo es distinto”

Cesar Augusto Betancourt “Pucheros”. Tema impuesto: la nostalgia.

El Festival Nacional de la Feria de las Flores de Medellín comenzó en el año 2005, con el objetivo de cambiarle la cara a la trova, donde la familia fuera el principal público, que el niño y el adulto mayor puedan estar, que no esté ligado con el licor, algo más cercano a la cultura de la ciudad.


Desde este punto la trova se convierte en un atractivo para las personas de la ciudad en el marco de la Feria de las Flores, por eso el trovador va siendo un personaje cultural con más renombre en la ciudad.


“La trova, le trova al contexto”, dice León Felipe Duque y explica que es inevitable que los contenidos de la trova cambien, ahora se interpretan las rimas desde un escenario que está delante de mil personas, dice Duque que ya no es en una cantina, o en el pueblo; es en una ciudad y eso hay que aceptarlo como investigador, ya no hay vacas, no hay cafetales. Explica que hubo cambios en el contenido y los temas, ahora es del campo a la ciudad.


La preocupación por musicalizar la trova fue creciendo. Antes era tiple y canto, ahora hay bajo, batería y clarinete para cantar los versos de los trovadores, lo que le dio más fuerza a la trova. La expresión corporal de los trovadores está tomando más importancia, el trovador debe ser un artista completo, debe tener una buena corporalidad.


Ahora los jurados que califican el festival tienen experiencia en aspectos como el teatro, el canto, la literatura; anteriormente hacían el juzgamiento los mismos trovadores, pero también se encontraban políticos en campaña, gobernantes ansiosos de popularidad y reinas de belleza elegidas en los pueblos. La trova ya es más intelectual, requiere de una formación diferente a la anterior que apuntaba a la espontaneidad como base del talento.

“Al Che Guevara le hicieron

lo que a Jesús en Belén,

que vino para hacer bien

pero mal lo recibieron”

León Felipe Duque recuerda mucho una trova que escuchó en Cuba, con el tema del Che Guevara, los comandantes, y la política que se estaba viviendo en este lugar. La frase “hasta siempre comandante” era el pie forzado de la trova, se memorizó los primeros cuatro versos de una décima, él dice que es una trova redonda, que no le falta una palabra. “Creo que eso es lo que debe hacer un trovador, al final de todos los esfuerzos que se hacen para que los trovadores se perfeccionen y busquen llegar a una trova mejor elaborada, es a eso, a que uno pueda llegar y tomar lo que dice el trovador, escribirlo, cerrar ese libro y mandarlo a imprimir”, explica.


William Giraldo “El Mosco” un marinillo, ingeniero de sistemas, trovador desde muy pequeño, ahora director del Festival Nacional de la Trova Ciudad de Medellín, cuenta que su pueblo era muy tradicional en cuanto a la trova. Justamente viendo a los Marinillos fue que le comenzó a gustar el repentismo. El día que se descubrió como trovador fue en tercero de primaria aprendiéndose el “Rin Rin Renacuajo”, pero no se lo aprendió del todo, terminó improvisando desde la mitad, tuvo la fortuna de que nadie se enteró de lo que él estaba haciendo.


Si hay problemas en la trova es que es muy efímera, las trovas pasan, pero queda muy poco registro de ellas. Ahora es más citadina, antes se exaltaba más el campo, al orgullo paisa, hoy es más universal, integra al diferente y no se aprovecha de esto, pero al final la trova conserva raíces, lo que ha cambiado son los personajes, ese es el principal cambio que William ha visto, “al principio era muy difícil ver niños de 16 – 17 años en el festival, y si participaban no eran muy exitosos, ahora hay un montón de niños que vienen entrenando desde los 8 o 9 años y que vienen en escuelas”.


15 años estuvo dedicado a la trova William, participó en el Festival Ciudad de Medellín en el 2007, no ha dejado de trovar, ahora no compite por cuestiones de tiempo porque llevar las riendas de un Festival de la Feria de las Flores no es nada fácil.


Ser director del Festival Nacional de la Trova ha sido uno de los trabajos que menos está acorde con su carrera, pero por pasión y tradición sí lo está, todo comenzó siendo asistente en el 2007 de uno de los directores en ese tiempo, Leonardo Jiménez, con el tiempo Leonardo y Germán Carvajal se fueron dedicando a otros proyectos, quedando William al frente del Festival, ahora es quien vela porque el certamen se haga en las mejores condiciones, intercomunica a los trovadores con las entidades patrocinadoras, escribe las presentaciones de los trovadores y el libreto, él visualiza hacia dónde se quiere llevar a la trova en la ciudad.


El festival tiene varias etapas. Primero, las audiciones donde participan los trovadores nuevos o los que se han retirado un tiempo de la trova; la segunda parte es la clasificatoria, donde están los trovadores que participaron en el festival del año anterior y los que pasaron las audiciones, la tercera parte son las semifinales que se realizan el primer fin de semana de la Feria de las Flores, allí participan los que tuvieron el mejor desempeño de las clasificatorias, y la cuarta es la final del Festival Nacional de la Trova de la Feria de las Flores, donde sale el rey nacional.

“Aquí nadie quiere a Ingrid

esa vieja es un horror,

se la mandamos a Francia

de Colombia con amor.”

En el Parque de los Deseos, durante el Festival Nacional de la Trova Feria de las Flores de 2010, se conoció la demanda de Ingrid Betancur al Estado Colombiano por su cautiverio. La tanda se hizo con pie forzado: el jurado pone el último verso de la cuarteta y de ahí el trovador debe hacer una trova que tenga que ver con el tema y la rima, en este caso el pie forzado fue “de Colombia con amor”.


La trova más elemental y sencilla para Mateo Jiménez “Dinamita”, se convirtió en la mayor ovación que ha recibido en un Festival Nacional de la Trova. Tiene 24 años, es estudiante de Ciencias Políticas, profesor de trova en la Corporación Trovemos y Rey Nacional de la Feria de las Flores en el 2013. Sus inicios llegaron gracias al gusto de su padre por el repentismo, además en el colegio Calasanz, donde estudió, tuvo su primer acercamiento a un trovador y como uno primerizo.


Reitera Jiménez que la esencia de la trova no se ha perdido, ha cambiado, ahora es más urbana que rural, no pierde esas características de la esencia, pero ha evolucionado, ahora la trova está llegando a otro tipo de espacios, a otro tipo de gente, “todavía falta más de conquista de espacio, la trova debe hacerse al trono que merece como reina de las artes en Antioquia”.


La metáfora es el recurso que más se le da a “Dinamita” para crear la trova. El ser rey de la trova ha sido muy satisfactorio tanto para él, como para las personas que lo rodean. Ha tenido numerosas victorias dentro de ese festival, el compromiso es mayor porque ser el rey requiere dejar en alto las habilidades en los festivales más importantes del país: “Ser rey es como un plus que uno siente en el interior”, dice Mateo con seguridad que ha demostrado con triunfos sucesivos.


“Dinamita” se refiere a la Corporación que dirige: “Trovemos es un grupo de amigos con un sueño en común en el que convergen las ideas para llegar al camino de devolverle la trova lo que nos ha dado y entregarle un poco de lo que nosotros creemos que debe ser la trova”.


En un año y medio que lleva Trovemos ya tiene una escuela de niños y de adultos, hay un buen posicionamiento en las redes sociales, “hemos realizado muchos eventos que enaltezca la cultura, la trova y que le aporte desde todos los puntos de vista”. Ahora tienen un CD que se llama Que troven los niños, que muestra las diferentes modalidades de trova en Colombia, está realizado por 15 niños y los 3 líderes de Trovemos.

“Yo soy un puente extendido

entre dos generaciones,

al que el tiempo y el olvido

carcomieron sus tablones”

Fernando “El godo” Echeverry, habla de la vejez en una trova poética.

Las temáticas y el contexto de la trova van a seguir cambiando, el mundo está en constante movimiento, y aunque la trova sea netamente campesina, se va trasformando según la aptitud que tengan los trovadores de las generaciones venideras. Las características técnicas son muy rigurosas, los trovadores esperan que los jurados exijan más a ellos, aunque hay otros que proponen mayor libertad en la expresión de las trovas, sin tantas reglas, para que los trovadores de antaño regresen a los escenarios.


Cada vez hay más trovadores, por ende, hay muchas escuelas de trova regadas por todo el departamento y festivales como el de Medellín, que pervive como un referente que además dignifica a los trovadores por la amplia proyección de su talento.


“Debemos apuntar valorar más y hacer más por la trova. Todos los trovadores tienen el nombre de la trova, hay que seguirlo cuidando. ¿Qué más podría ser un arte si no es la suma de aquellos expositores?”, dice Dinamita.

Publicaciones recientes
Archivo
Buscar por etiqueta
¡Comparte este contenido en tus redes sociales!
bottom of page