Por años, Medellín ha cultivado una imagen de ciudad innovadora, resiliente y comprometida con la transformación social. Sin embargo, en los márgenes de esa imagen avanza un fenómeno que incomoda, interpela y evidencia las brechas sociales que persisten: el crecimiento de la población habitante de calle.
Medellín, a mediados del año pasado, la alcaldía tuvo 1.200 informes técnicos con reportes de edificaciones ilegales y, en lo corrido de 2025, ha suspendido 255 obras.