En Valledupar, los pequeños negocios cogen el ritmo tras la cuarentena
Como en el resto del país, los pequeños negocios son parte clave en la dinámica económica de la capital del Cesar. Tras la cuarentena han hecho frente al desempleo, la baja en la demanda de productos y servicios, así como a los problemas de financiación. Hasta la tradición cultural de la región es un recurso para revitalizar la economía.
Por: Luisa M. Ochoa Medina / luisa.ochoa@upb.edu.co
Con el inicio de la cuarentena obligatoria en Colombia, el 24 de marzo de 2020, los ciudadanos han vivido el impacto económico que ha generado la pandemia con el que, hasta hoy, muchos sectores han continuado con el cierre absoluto o con una disminución en la productividad. Pero la capital mundial de vallenato, Valledupar, ha demostrado creatividad y progresos gracias a la producción agropecuaria, el turismo, el emprendimiento, la innovación, el comercio y la actividad cultural en torno a su música tradicional.
Estadísticas que tienen un papel fundamental son las del desempleo, muchas personas han quedado desempleadas y otras han conseguido recursos monetarios a partir de los emprendimientos. Así lo señala el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas -DANE-, que dijo que para el mes de agosto de 2020, la tasa de desempleo del total nacional fue 16,8%, lo que significó un aumento de 10,8% frente al mismo mes del año anterior.
Además, según la Encuesta de Desempeño Empresarial -EDE- que realizó ACOPI -Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas- en julio de este año, indicó que el 86,2% de estas estructuras no contrató personal durante el segundo trimestre de 2020, mientras que el 12,1% manifestó que generó entre 1 y 5 puestos de trabajo.
Karen Torres es la administradora de un local comercial de accesorios para teléfonos celulares en Valledupar. Ella asegura que desde que comenzó la pandemia, no ha despedido a ninguno de sus tres empleados puesto que, por el excelente desempeño de estos, ha hecho el esfuerzo de pagarles sus salarios a partir de las utilidades que gana.
Negocios como el de Karen Torres dependen mucho de que las finanzas de las personas puedan cubrir gastos más allá de lo esencial. Foto: Cortesía.
La antes mencionada EDE, también reveló que, de 253 empresas encuestadas en el país, solo el 7,3% de estas manifestó haber realizado alguna inversión durante el segundo trimestre de 2020. Por esto, la pandemia ha causado desconfianza en muchos microempresarios para invertir, como Ismael Ropero, tendero en Valledupar, quien afirma que “para invertir hay que tener claro el mercado. Pero al ser un mercado nuevo no se pueden destinar todas las ganancias en el negocio, por lo que he comenzado a invertir con porcentajes entre el 25% y el 50%”.
En materia de financiación de las Mipymes, el Ministerio de Trabajo en su sitio web publicó que, con la Resolución 2121 expedida el 15 de octubre de 2020, se ordenó la transferencia de los recursos provenientes del Fondo de Mitigación de Emergencias -FOME-, en el presupuesto del Ministerio, traducidos en 220 mil subsidios derivados de recursos de parafiscales y 320 mil auxilios con recursos del Gobierno Nacional -en total, 62 mil 933.280 millones de pesos- que ya están entregando las Cajas de Compensación a los beneficiarios que están en lista de espera.
Sin embargo, los emprendedores valduparenses, en su mayoría, aseguran que se les dificulta acceder a créditos del Gobierno, pues manifiestan que estos son destinados a, más que todo, pequeñas y medianas empresas, por lo cual han tenido que buscar otros recursos aparte de los que brinda el Estado para mantener estables sus ventas y/o aumentarlas. “Mis fuentes de financiación durante la pandemia han sido mis ahorros, ingresos y el apoyo de una cooperativa de préstamos para microempresas”, comenta Milena Rodríguez, vendedora de productos cárnicos.
Pero respecto a esta situación en la que el Gobierno Nacional dice que entrega ayudas a las mipymes y las microempresas manifiestan que el Estado no los ha podido auxiliar como quisieran, José Ignacio Díez, economista agrícola de la Universidad Nacional de Colombia y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana -ambas en Medellín-, explica que “una razón es que a los microempresarios les da mucho miedo el Estado porque es corrupto, tiene problemas, es ineficiente… Entonces les es difícil acceder a todos estos beneficios de subsidios, préstamos, oportunidades, etc. Por esto, el Gobierno le tiene que llegar más a cada microempresario, esté o no formalizado, y mostrarle todas estas herramientas que ofrece para que reactiven la economía”.
El agro es clave en la reactivación de la economía valduparense. Estos productos ponen en marcha numerosos comercios en la ciudad. Foto: Cortesía.
Otros aspectos afectados por la llegada de la COVID-19 fueron la producción y las ventas. De acuerdo con la Encuesta de Desempeño de ACOPI, durante el segundo trimestre de 2020, en lo que respecta a producción, el 88,8% de las empresas encuestadas manifestó una disminución. En cuanto a ventas, solo el 3,8% señaló un aumento. Además, durante el segundo trimestre de 2020, la percepción de aumento de la producción y ventas pasaron de representar el 31% y 46%, respectivamente, de los empresarios en 2019-IV al 4% en 2020-II.
A partir del 31 de agosto de 2020, día en que finalizó el aislamiento obligatorio en el país, los comerciantes valduparenses, dependiendo del bien o servicio prestado, han empleado distintas formas de adquirir su mercancía. Unos se abastecen yendo personalmente a una plaza mayorista, como Yolima Abello, vendedora de frutas y verduras, y otros recibiendo los productos que reparten las empresas nacionales a través de transportadoras, como Mayelis Puentes, vendedora por catálogo.
Por otro lado, el Gobierno Nacional y sus instituciones muchas veces han demostrado confianza en las mipymes para seguir con la reactivación económica. “Se ha demostrado que estas son importantes debido a que les generan empleo a grandes empresas, ya sea porque les compran materias primas, le terminan o adelantan procesos a las grandes corporaciones, etc. Las mipymes están generando más del 60% del empleo en Colombia. Y puede que las grandes empresas también lo hagan, pero es el componente social el imprescindible y el que va a resolver el problema”, analiza José Ignacio Díez.
Y efectivamente. Muchos emprendedores valduparenses han mostrado seguridad al vender pues consideran que esto da confianza e incentiva a los clientes a comprar. Una manera de hacerlo es haciendo publicidad por redes sociales y demostrándoles la satisfacción de otros consumidores a los nuevos compradores. Sin embargo, otros sienten melancolía ante la apertura de supermercados y centros comerciales, ya que sus ventas han disminuido.
Para la administración del alcalde de Valledupar, José Santos Castro González, es primordial fortalecer la educación, sostenibilidad y visión empresarial de uno de los sectores más importantes de este municipio: las empresas creativas y culturales. Por ello, junto a Bancóldex -Banco de Comercio Exterior de Colombia- y a la Oficina de Cultura de Valledupar, empezó a ofrecer un curso virtual nombrado “Estructuración de modelos de negocios para empresas creativas y culturales”, el cual es gratuito e incluye un certificado de participación por asistir las 25 horas que este requiere, distribuido en dos meses a partir del 7 de octubre de 2020.
Giovanni Ochoa Carreño, profesional de Consultoría y Formación de la empresa Bancóldex, afirma que “este curso presenta al empresario los fundamentos para la elaboración de un modelo de negocio, tomando como referente el modelo CANVAS, desarrollado por Alexander Osterwalder y los temas que trata son: conceptos básicos sobre modelo de negocio, cómo generar una propuesta de valor, componentes y diseños de un modelo de negocio, cómo validar el modelo de negocio, guía para la presentación de un modelo de negocio”.
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