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  • Juan Pablo Ramírez Carrasquilla /

Del dicho al trino: la desinformación en Twitter frente a la Consulta Anticorrupción y sus consecuen

La difusión de información falsa para hacer campaña política en Colombia se ha convertido en una constante en las más recientes votaciones. La Consulta Anticorrupción que se realizará el domingo 26 de agosto, lejos de ser ajena a esta práctica, ha sido objeto de ella en las últimas semanas. Así, a través de WhatsApp y redes sociales como Facebook y Twitter se ha difundido información imprecisa o falsa.


Estipula la Constitución Política de Colombia, que una consulta popular y demás votaciones en el resto de mecanismos establecidos por la Carta Magna, necesitan la participación de un tercio del censo electoral para que se la considere válida, es decir, que alcance un total de votos no menor a los 12’231.314 en este caso. Las informaciones erróneas son el principal factor que conspira contra la posibilidad de superar este umbral.


¿Qué dicen en Twitter?

Oposición abierta a la votación de la Consulta, cuestionamientos que llevan las discusiones hacia términos económicos, ataques personales a los promotores de la consulta y falsedades como que a estas personas se les compensarán los votos que alcance la jornada electoral del próximo 26, por el mecanismo legal de reposición, hacen parte de lo expresado por los miles de usuarios de las redes sociales como Twitter.


No se trata solo de opiniones individuales de los usuarios, las publicaciones en muchas redes sociales también llevan a artículos de portales externos con los que se pretende sustentar o ampliar las afirmaciones. Por ejemplo, Consulta Anti Corrupción, es un texto en el que Rafael Nieto Loaiza, ex precandidato presidencial, expone: “Vale entre 300 y 350 mil millones de pesos, según el Registrador Nacional. Si en el grueso de lo que se propone estamos todos de acuerdo y ya está en el ordenamiento jurídico y lo que no está no puede ser aprobado en una consulta y no está claro que sea lo más conveniente, ¿no era mejor, y de paso más ético, gastarse ese dineral en salud, educación, seguridad?”.


Otro ejemplo de contenidos con mayor elaboración que exponen corrientes de opinión similares es Demagogia y populismo, columna de la excongresista y periodista María Isabel Rueda, quien dice: “¡Invirtamos esos 250.000 millones para eliminar la capitalización de intereses del Icetex que afecta a 500.000 usuarios!”, y se refiere directamente al primer punto de la consulta al proponer la siguiente comparación: “Más que un congresista colombiano (27’648.000 pesos) gana uno mexicano (53’250.000), uno chileno (41’931.000), uno brasileño (31’851.000) y uno argentino (28’398.000)”, considerando que cada ejemplo aportado corresponde a un contexto diferente al nuestro.


¿Qué dicen los expertos?

Alejandro Rodríguez, exdirector del extinto portal de análisis político Bajolamanga.co, dice que “el control de la información puede llevar a una población a tomar ciertas decisiones” y se refiere a la difusión de noticias falsas como “una estrategia política de vieja data”. Sobre aquellas que han surgido frente a la Consulta, expone: “Lo que buscan al decir, por ejemplo, que le va a significar a Claudia López unos ingresos, es deslegitimar lo que propone, y evitar que esta consulta sea una forma de que el Partido Verde y los que la apoyan se lleven la bandera de la anticorrupción, que es muy lucrativa en términos de votos”.


Además de lo anterior, puntualiza frente a las noticias falsas: “Su estrategia se basa en las apariencias. Si se ve un texto estructurado, con un lenguaje bien construido y con una fuente de autoridad, incluso inexistente, que aparece citada (…), consideramos que es válido y a partir de ahí tomamos una decisión”.


Similar a ello es lo que plantea Ana María Miralles, doctora en Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, Colombia, y cuya tesis doctoral tiene como objeto de estudio la reconfiguración de la opinión pública en Twitter: “En época de elecciones siempre hay polarización en redes sociales, especialmente en un país como Colombia (…). Esto ha sido siempre así, el elemento diferencial es que las redes y medios sociales le dan una mayor visibilidad a este tipo de comentarios, y es mucho más fácil esparcir noticias falsas”.


Frente a esto, complementa: “Creo que ese es solo un aspecto del problema. Que en medios sociales se puedan distribuir y propagar rumores con muchísima más velocidad que cuando lo hacíamos cara a cara, significa un problema que sin duda hay que abordar y tratar con mucho cuidado. Pero esto no inhabilita el enorme potencial que tienen redes sociales como Twitter para ser fuente de información sobre lo que los ciudadanos están pensando y poder construir agendas ciudadanas”.







La información falsa o imprecisa frente a la Consulta Anticorrupción que circula en las redes sociales, y especialmente en Twitter, es generadora de posiciones políticas reales en la ciudadanía de Medellín. Además, como ha ocurrido en las pasadas elecciones presidenciales y las del Plebiscito por la paz en el 2016, podría llegar a desempeñar un papel determinante en los resultados de los sufragios, e incluso determinar si las personas se hacen partícipes o no de ellos.



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