La Plaza Botero nació como símbolo de una transformación urbana y logró el propósito de atraer visitantes del país y del mundo, pero se convirtió en el espacio que habitan quienes trabajan y viven de ella, lo que la vuelve en una fuente de historias de la ciudad desde hace 25 años.
Medellín, a mediados del año pasado, la alcaldía tuvo 1.200 informes técnicos con reportes de edificaciones ilegales y, en lo corrido de 2025, ha suspendido 255 obras.