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  • Federico Hoyos Gutiérrez /

Medellín se prepara para lo que debería ser una crisis migratoria

"Los gobiernos regionales están tardíos para declarar esta situación como una crisis migratoria”, es el análisis que hace Luz Ángela Álvarez Henao, de la Secretaría de Inclusión Social de Medellín, sobre el flujo y la situación de migrantes provenientes de Venezuela en la capital antioqueña y la región.


El éxodo de más de 4 millones de ciudadanos venezolanos es sin duda el más numeroso en la historia de América Latina. Equiparable al flujo de sirios que arriban al Viejo Continente escapando de la guerra civil que atraviesa su país y el de judíos que emigraron de Europa durante la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945, la migración venezolana repercute significativamente en todos los países de la región, especialmente en Colombia, no sólo por la proximidad geográfica, sino también por la extensa y porosa frontera que ambos estados comparten. Miles de venezolanos llegan al país (aproximadamente dos mil al día, según Migración Colombia) huyendo de la crisis social, política y económica sin precedentes que experimenta un territorio que paradójicamente posee la mayor cantidad de reservas petroleras del planeta.


Colombia, que no cuenta con pocos problemas, asume un reto enorme al recibir a más de 1.700.000 venezolanos. 78.626 de ellos han encontrado refugio en Medellín. ¿Qué significado tiene para la ciudad acoger a un número tan elevado de migrantes?, ¿está Medellín preparada para ello?, ¿son suficientes los recursos para atenderlos? Estos fueron algunos de los interrogantes planteados durante la conversación con Luz Ángela Álvarez Henao, líder de la Unidad de Programas Especiales de la Secretaría de Inclusión Social de Medellín. La funcionaria dejó claro que aún hace falta elaborar políticas migratorias claras que permitan solventar los efectos que genera esta situación.

Federico Hoyos: ¿Cuáles son las implicaciones sociales de la llegada de más de 78.000 migrantes venezolanos a la ciudad de Medellín?


Luz Ángela Álvarez: Bueno… Obviamente tiene un impacto sobre todo en la agudización de algunos problemas sociales que ya tenía la ciudad. La migración no viene a generar otros problemas, siempre y cuando la manejemos bien. Se agudizan problemas tales como la demanda en salud, cupos de estudio y asistencia humanitaria, obviamente. Eso pasa cuando la migración no es bien manejada.


Cuando vienen las personas en condiciones regulares, es decir, que cuentan con un permiso de permanencia, una visa, un documento legal; la situación con ellos es un poco menos compleja. Más de la mitad de los 78.000 migrantes venezolanos que viven en Medellín lo hacen de manera regular, lo que significa que tienen permisos de trabajo. A eso me refiero cuando hablo acerca del buen manejo de la migración. Si llegan personas con capacidad de trabajo que se pueden vincular al sistema de seguridad social, traen desarrollo para la ciudad. Ahí está la experticia, lo que tenemos que hacer como ciudad para darle un buen manejo a esa realidad de flujo migratorio que viene.


Una falsa cadena de Whatsapp convocó a decenas de

venezolanos a hacer filas por supuestos subsidios y mercados

en plena cuarentena, el 24 de marzo de 2020. Foto: @QuinteroCalle



"La migración no viene a generar otros problemas, siempre y cuando la manejemos bien. Se agudizan problemas tales como la demanda en salud, cupos de estudio y asistencia humanitaria, obviamente. Eso pasa cuando la migración no es bien manejada".


F.H.G.: ¿Es posible considerar este fenómeno como una crisis migratoria?


L.Á.Á.: Yo diría que sí. Porque si miramos las cifras de otras migraciones en el mundo, este flujo migratorio va a ser uno de los más altos en la historia de la humanidad. Los gobiernos regionales están tardíos para declarar esta situación como una crisis migratoria, una crisis humanitaria.


F.H.G.: Para finales del año pasado, Migración Colombia reportó que había unos 78.626 venezolanos en nuestra ciudad. ¿Tienen ustedes cifras nuevas al respecto?


L.Á.Á.: La fuente oficial nuestra es Migración Colombia. Somos la quinta ciudad en el país con el mayor número de migrantes venezolanos. Hace poco salió el reporte del 31 de diciembre, donde se incrementan a casi 86.000 personas. Esa cifra es considerada como un subregistro, porque Migración Colombia sólo cuenta a las personas que pasan legalmente por la frontera.


F.H.G.: Para nadie es un secreto que gran parte de los venezolanos que arriban a Medellín se encuentran en condiciones económicas difíciles, algunos incluso presentan serios quebrantos de salud. ¿Qué clase de asistencia les brinda la Secretaría de Inclusión Social a estas personas?


L.Á.Á.: En general, hablamos de la Alcaldía. Existen unas normas que requieren a los entes territoriales atender la situación de salud de estas personas que llegan con deterioros importantes, pero también tenemos unos límites frente a la atención desde lo presupuestal. Actualmente sólo se están atendiendo situaciones de emergencia, pero no se están atendiendo situaciones de estabilización, de control o de prevención desde la parte territorial, o sea, desde Metrosalud y las instituciones públicas.


Hay una alta presencia de cooperación internacional que está complementando esta atención en salud a la población migrante. Ellos (los migrantes venezolanos) vienen con unas cargas altas de enfermedad, dado que en su territorio no les estaban garantizando ni los medicamentos ni la atención requerida. Se le brinda prioridad especialmente a los niños, a las madres en embarazo y a las madres lactantes, quienes son atendidos en toda la red pública de Metrosalud.


F.H.G.: ¿Cuáles son las implicaciones para el sistema de salud local al atender a migrantes irregulares, teniendo en cuenta que estos no contribuyen económicamente al mantenimiento de dicho sistema?


L.Á.Á.: Es un impacto financiero bastante alto, porque a estas personas hay que atenderlas en situaciones de emergencia de salud y los recursos se le cobran a la nación. A las grandes ciudades de Colombia, le retiraron precisamente esos recursos. En este momento estamos pasando por una situación crítica en el sector salud. El año pasado solamente, el impacto fue de aproximadamente 9.000 millones de pesos que se facturaron en asistencia a esa población.


F.H.G.: ¿Cuáles son los programas que promueve la Alcaldía desde la Secretaría de Inclusión Social para fomentar la vinculación de los migrantes venezolanos a la sociedad medellinense?


L.Á.Á.: En este momento, estamos en la construcción del Plan de Desarrollo. No estábamos preparados para recibir migrantes, por eso no tenemos una política migratoria clara. Ese es el reto que tenemos este año, generar esa política migratoria y así poder estar preparados de aquí en adelante para cualquier situación.


La propuesta también consiste en no generar programas alternos para atender a la población venezolana, ya que esto, por el contrario, podría generar brotes de xenofobia.


F.H.G.: Una encuesta elaborada por el Proyecto Migración Venezuela, de la revista SEMANA, reveló que el 34% de los ciudadanos venezolanos encuestados se habían sentido discriminados. Desde la Secretaría de Inclusión Social, ¿qué políticas concretas se han implementado con el fin de mitigar y prevenir el rechazo y la xenofobia contra estas personas?


L.Á.Á.: Siempre las estrategias de cualquier proyecto que se implemente para atender la realidad migratoria acogen a tres tipos de población: los migrantes, los colombianos retornados de Venezuela y, por supuesto, a la población local, que es la comunidad de acogida. Como ya se dijo, no se aplican programas alternativos para los migrantes venezolanos. Esto no tendría sentido porque son personas que también necesitan la misma asistencia que requieren los locales. Lo que hacemos es incluirlos dentro de la oferta local en programas como Buen Comienzo, en la oferta de atención de albergues, de emergencias, en la entrega de posibles ayudas humanitarias, etc. Todos son incluidos. Somos seres humanos en igualdad de condiciones.


Tenemos que iniciar un trabajo de sensibilización con la sociedad civil frente a la acogida de esta población migrante. Ya tenemos la experiencia de acoger a personas en condición de desplazamiento. Se trata de promover una vinculación de esta población a través de una integración económica y cultural. Por más que a veces digamos que somos muy parecidos, culturalmente existen algunas diferencias que es importante trabajarlas también.


"No estábamos preparados para recibir migrantes, por eso no tenemos una política migratoria clara. Ese es el reto que tenemos este año, generar esa política migratoria y así poder estar preparados de aquí en adelante para cualquier situación."


F.H.G.: ¿Cuál es el presupuesto destinado por la Alcaldía para atender las necesidades de la población venezolana que llega a Medellín?


L.Á.Á.: El presupuesto es el mismo que tenemos para el resto de los programas. Como en este momento no se ha aprobado el Plan de Desarrollo, todavía no hay un presupuesto avalado. Por ahora, estamos haciendo la inversión con los mismos programas que tenemos dentro de toda la administración. Estamos trabajando con recursos de cooperación internacional y apoyándonos mucho en esas intervenciones de asistencia. Estamos tratando de pasar de la fase de emergencia, a una fase de estabilización de la población migrante venezolana en la ciudad.


F.H.G.: ¿Con qué organizaciones cooperan ustedes?


L.Á.Á.: En la ciudad hay cerca de 17 organizaciones que nos están apoyando, empezando por ACNUR y OIM, que son quienes están liderando la estrategia de coordinación a través del Grupo Interagencial de Flujos Migratorios Mixtos. Entre otras organizaciones está la Cruz Roja Colombiana, la Cruz Roja Internacional, el Comité de Rescate Internacional, MERCICORPS, Corporación Ayuda Humanitaria, Minuto de Dios, Humanity and Inclusion, el Consultorio Jurídico de la Universidad de Antioquia, etc. Estamos gestionando con ONU Mujeres para que ingrese y nos apoye. También tenemos organizaciones del orden local apostándole a proyectos de atención e integración a esta población.


F.H.G.: Se calcula que aproximadamente el 3% de los estudiantes en las escuelas de la ciudad son venezolanos. ¿Cuáles estrategias se han implementado desde la Secretaría de Inclusión Social para garantizarle a todos los migrantes menores de edad, el acceso a la educación?


L.Á.Á.: Cuando tenemos acceso a las familias migrantes por cualquier motivo, ya sea a través de la línea de emergencia, de las unidades móviles de niñez o de familia, activamos las rutas; es decir, indagamos dónde viven, les entregamos la información para que vayan al colegio más cercano y acudan a hacer la inscripción. Eventualmente se les hace un seguimiento para verificar si estas personas fueron a la institución educativa, y si se matricularon o no.


Nuestro trabajo consiste en activar esas rutas, porque es la Secretaría de Educación quien pone a disposición los cupos escolares.


F.H.G.: ¿Cuál son los requisitos mínimos para que los niños venezolanos puedan ingresar al colegio?


L.Á.Á.: Cero. El mero hecho hecho de ser niño, niña o adolescente, prima. No existe algún requisito adicional para que una persona de estas pueda acceder a un cupo educativo.


F.H.G.: ¿Ni siquiera se necesita el Permiso Especial de Permanencia?


L.Á.Á.: No. Ese tipo de barrera no tendría sentido. Los niños tienen derecho a la educación, independientemente de su condición social o migratoria; de su edad, sexo o género.


F.H.G.: Estadísticas del DANE indican que, para el último trimestre de 2019, la tasa del desempleo en Medellín estaba en un 12%, superando la del promedio nacional, que se situaba en un 10,9%. ¿Cómo interpreta usted estas cifras? ¿Es prudente atribuirle a los migrantes venezolanos el aumento de estas cifras?


L.Á.Á.: No. Para nada. Esta situación migratoria lo que hace es agudizar unos problemas que teníamos instaurados en la ciudad. Ya veníamos con esa tendencia. Tampoco tenemos contados a todos los migrantes. Se trata de una situación propia de la ciudad y de la población local. ¿Qué se agudice el desempleo? Probablemente sí, si no hacemos una gestión adecuada. Tenemos que hacer un trabajo conjunto, generar fuentes de empleo para todos, incluyendo a los migrantes y a los no migrantes.


Si miramos las cifras globales del país, si bien hay unas tasas de desempleo, también hay unos índices de crecimiento que de alguna manera han evidenciado que sí se les puede atribuir a la migración. Esto no depende solamente del Gobierno local. Si a nivel nacional no se toman otras medidas más contundentes, si no abren, por ejemplo, los permisos de permanencia, nunca vamos a superar que más de la mitad de la población venezolana que está en el país se encuentre en situación irregular. Eso dificulta el acceso al empleo, a la educación superior y a los servicios de salud.


"¿Qué se agudice el desempleo? Probablemente sí, si no hacemos una gestión adecuada. Tenemos que hacer un trabajo conjunto, generar fuentes de empleo para todos, incluyendo a los migrantes y a los no migrantes".


F.H.G.: En la encuesta anteriormente mencionada del Proyecto Migración Venezuela, también se indica que más del 90% de los inmigrantes venezolanos residentes en Medellín no pueden ejercer su profesión. Esa cifra se traduce en altos niveles de informalidad e inestabilidad laboral. ¿Qué clase acciones se han tomado al respecto para evitar que esa mano de obra calificada se pierda?


L.Á.Á.: Esa situación no está al alcance del nivel territorial. El Gobierno Nacional nos da las directrices, pero no nos da los recursos. La legalización de los títulos universitarios está a cargo del Ministerio de Educación. Mientras en el Ministerio no tengan mecanismos ágiles para convalidar títulos, por un lado, no es posible y por el otro, muchas personas que provienen de Venezuela ingresan sin la documentación requerida. Allá no le están colocando visado a sus títulos. Para hacer el trámite legal en condiciones normales de la homologación de un título, es necesario acudir a la embajada del país de origen, apostillar los títulos, expedir documentos legales, traerlos al país donde se migra (en este caso a Colombia) y finalmente llevarlos al Ministerio de Educación.


En este momento Venezuela no está realizando ese tipo de trámites, por lo que podríamos decir que a los migrantes se les presenta una dificultad de carácter legal, tanto en su país de origen, como en Colombia, puesto que quienes logran llegar con su título, las homologaciones se están demorando años. Entonces, la alternativa que tiene esta mano de obra calificada es ingresar a la informalidad, o si cuentan con el PEP (Permiso Especial de Permanencia), trabajar en un oficio de menor remuneración.


F.H.G.: ¿De acuerdo con las condiciones actuales, considera usted que Medellín está preparada para sortear los efectos de esta crisis migratoria?



L.Á.Á.: Nos estamos preparando. Todavía nos hace falta consolidar estrategias. Lo hemos hecho bien, de una manera un poco más ordenada que lo han podido hacer otras ciudades del país. Ya han venido observadores de organizaciones internacionales a mirar cómo Medellín se ha venido preparando. Se han visto resultados comparados con otras ciudades que tienen poca claridad frente a qué es una persona migrante, quién es, por qué está aquí y cómo deben ser esos mecanismos de atención que muchas veces los tenemos, pero que, en ocasiones por desconocimiento, no se implementan. Si bien nos hace falta organizarnos un poco más, generar otras estrategias y jalonar algunos recursos, estamos tratando de hacer las cosas de la mejor manera.


F.H.G.: ¿En qué momento considera que podría darse por terminada esta intervención con la población migrante, al menos en una fase inicial? ¿Hacia dónde debería "moverse" este proceso?



<< Desde diversas modalidades de trata de personas hasta manipulación con rumores falsos sobre subsidios y cooptación por grupos ilegales, son fenómenos a los que son vulnerables los migrantes venezolanos. Foto: @QuinteroCalle



L.Á.Á.: Según las estadísticas, esta situación no va a mejorar ni en el corto ni en el mediano plazo. Se estima que este año puedan llegar al país cerca de dos millones de personas más, unas cuantas de ellas aquí a Medellín. Se deben generar más proyectos de estabilización, medios de vida y empleo para la población migrante. Hay que aprovechar más los mecanismos como el Permiso Especial para el Fomento de la Formalización. Hay que generar mayor sensibilización y capacitación con los empresarios para que podamos vincular más y más personas migrantes. Este año pasaremos de la etapa de emergencia a la fase de estabilización.





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