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  • Juan Pablo Mejía Dussan

Está verde la implementación del nuevo código de colores para separar residuos en Medellín


Juan Pablo Mejía Dussán / juan.mejiad@upb.edu.co


Desde el primero de enero de este año está en vigencia la Resolución 2184 de 2019, la cual establece que en todos los municipios del país que cuenten con un plan activo de aprovechamiento de residuos sólidos, los usuarios del servicio público de aseo deberán realizar la separación de estos de acuerdo con el código de colores implementado en dicha resolución.


Empresas Varias de Medellín (Emvarias, perteneciente al Grupo EPM), la organización prestadora del servicio público de aseo en la ciudad, tiene como deber acogerse a los lineamientos de esta resolución, además de lo establecido en el Decreto 2981 del 2013. Este último dicta que uno de los principios básicos para la prestación del servicio de aseo es que este se desarrolle de acuerdo con lo definido en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) vigente en cada municipio.


El PGIRS vigente en Medellín es el actualizado en 2016, por lo que no está articulado aún con el nuevo código de colores. Por ello, “seguimos dando continuidad a la prestación del servicio tal y como lo veníamos haciendo desde antes de que saliera esta resolución (la 2184 de 2019)”, explica el ingeniero ambiental Jhony Serna, profesional de aprovechamiento de Emvarias.


La normativa está y debe ser cumplida


¿Significa entonces que el código de colores no se implementará en Medellín hasta que no se actualice el PGIRS con todos los lineamientos y normativas? No estrictamente. Aunque no se haya tramitado la actualización del PGIRS, la Resolución 2184 debe ser acatada por los usuarios de este servicio público.


Según el ingeniero Serna, “el hecho de que no se haya actualizado el PGIRS no exime al usuario de cumplir la implementación de la norma”. Además, advierte que, si en el tiempo que ha transcurrido desde que entró en vigencia la resolución no se ha dado la implementación del código de colores, deberían verse esos meses reflejados en la preparación, pedagogía, planeación y elaboración de planes internos por parte de cada uno de los usuarios, de modo que, una vez actualizado el PGIRS, la adaptación a este sea más rápida.


Se espera que para finales de mayo del presente año se presente la actualización del nuevo Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, de tal modo que para esa fecha avancen de manera progresiva los programas y jornadas de pedagogía por parte de las autoridades ambientales y de las entidades correspondientes.


A principios de marzo de 2021 la secretaria de Medio Ambiente, Diana Montoya, informó sobre la sensibilización en cuatro comunas y dos corregimientos de la ciudad sobre la adecuada separación de los residuos sólidos en la fuente. Según Montoya, esta campaña de pedagogía identificó los sectores a intervenir y se realizó mediante alianzas con organizaciones de recicladores.


Estos últimos dos elementos se cohesionan en el plan de aprovechamiento de residuos sólidos articulado por Emvarias y las autoridades y entidades ambientales, pues implica que la correcta separación de los residuos sólidos agilice dos procedimientos que se desarrollarían según el nuevo código de colores: por un lado, está el de la labor de los recicladores de oficio que recolectan puerta a puerta el material aprovechable. Para Serna, “ese es el momento de entregar el reciclaje, y no entregarlo junto con los demás residuos ordinarios porque lo que va a pasar es que irá a parar al relleno sanitario y no podrá ser aprovechado”.


El segundo procedimiento depende de la adecuada separación. Corresponde a la implementación de rutas selectivas de recolección de residuos sólidos, lo cual está contemplado en el ya mencionado Decreto 2981 y en lo que Emvarias ya está trabajando, que cuenta desde 2017 con una ruta selectiva para materiales aprovechables y, según el ingeniero Serna se estudia otra para residuos orgánicos: “Estamos en pruebas piloto para poder tener a mediano plazo una ruta que recoja solamente este tipo de residuos”.


Las jornadas de sensibilización y la pedagogía desde diferentes sectores han sido los focos de trabajo desde la actual administración para la transición hacia el nuevo código. A pesar de ello, la implementación plena del mismo en la ciudad es incierta, por lo menos, para 2021.


Además, la aplicación del código de basuras se cruza con uno de los proyectos planteados en el PGIRS para este año: el control de puntos críticos en cuanto a la recolección y la generación de residuos sólidos en la ciudad. Por ello, no habría capacidad operativa para poner en marcha las rutas selectivas.


Este es el esquema de colores para la separación de residuos sólidos que está vigente desde enero de 2021. Ilustración: Ministerio de Medio Ambiente.



Implementación en organizaciones: dos casos


Sin embargo, los generadores de residuos son quienes adquieren la parte activa en la aplicación de la nueva norma mediante una correcta separación de residuos sólidos en la fuente, que ya está reglamentada por una normativa anterior. La nueva dictamina los colores que identifican los diferentes residuos sólidos generados.


En las organizaciones generadoras de residuos, asumir el nuevo código de colores no depende solo de ajustar su Plan de Manejo Integral de Residuos Sólidos (PMIRS). “La gestión es todo lo que tiene que ver con la separación, el transporte y la disposición adecuada con los gestores”, como indica Jhon Alexander Chalarca, profesional de Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), quien además señala la importancia de un acompañamiento en comunicación y capacitaciones.


La UPB recibió en febrero de este año la certificación plata en el Sistema de Gestión Basura Cero del ICONTEC, por sus acciones de aprovechamiento y disminución en la generación de residuos sólidos. La Alcaldía de Medellín, por su parte, logró la certificación oro en este mismo sistema de gestión y “bajo ese proceso logramos aumentar los porcentajes de aprovechamiento de los residuos sólidos reciclables generados dentro del Centro Administrativo Municipal (CAM). Cuando empezamos con la implementación del PMIRS en 2020, la taza de aprovechamiento de residuos sólidos era del 23% y ahora es del 43%”, comentó Róbinson Mesa, contratista de la Unidad Ambiental de la Secretaría de Suministros y Servicios.


Ambas instituciones integraron este sistema de certificación mediante sus PMIRS para dar vía al nuevo código para la gestión de residuos. Sin embargo, ambas certificaciones y procesos se lograron a lo largo del año pasado, es decir, durante el comienzo de la pandemia por Covid-19, caracterizada por el teletrabajo y la consecuente baja en la generación de residuos.


¿Se puede mantener los estándares que exige la nueva norma con los espacios de trabajo nuevamente ocupados? Gabriel Jaime Foronda, tecnólogo ambiental de la jefatura de Servicios Generales de la UPB considera que “con el tema de la alternancia se ha ido implementando poco a poco el código de colores, es algo que se tiene que hacer paulatinamente”.


En la UPB las estrategias de aprovechamiento continúan bajo los nuevos lineamientos. En las medidas adoptadas por la Secretaría de Suministros y Servicios para el CAM, el primer paso para ajustarse a las nuevas regulaciones fue la dotación de implementos como contenedores y recipientes. Según Mesa, “se hizo un análisis que dio como resultado la identificación de aquellos espacios que mejor aportarían en el CAM al proceso de separación en la fuente”.


Pero lo pedagógico es una cuenta pendiente. Robinson Mesa explica que la nueva forma de separación requiere preparar al personal de aseo y funcionarios. Con estos últimos están los mayores retos, para la separación en la fuente, según el servidor.


Ambas instituciones han complementado sus PMIRS con estrategias para la disposición final de los residuos, una vez separados en el centro de acopio, con planes de identificación de gestores de recolección. La Alcaldía estableció un “proceso de aprovechamiento de residuos orgánicos a través de compostaje en el vivero municipal y también tenemos un proceso de reciclaje de todos los residuos reciclables que genera el CAM”, expresa Mesa.


Chalarca aclara también que la UPB ha hecho “un contacto más formal con los gestores y proveedores de este tipo de residuos y lo que hacemos es identificarlos, hacerles un sondeo según las propuestas que ellos tienen, hacemos las visitas a sus instalaciones para el reconocimiento del manejo de residuos y toda la gestión ambiental y social que tengan. Así los identificamos y seleccionamos”.


¿Qué pasa con los usuarios que no cumplen y cuál es el vacío en la norma?


Aunque ambas instituciones no han logrado implementar al 100% el nuevo código de colores, sus planes internos ya concuerdan con la nueva normativa. Pero para aquellos usuarios generadores de servicios que no desarrollen o implementen debidamente dicha resolución, ¿qué hay que tener en cuenta?


Lo primero es que el Decreto 2981 de 2013 dicta dentro de las obligaciones de los usuarios el cumplimiento de la separación de los residuos en la fuente tal y como lo ordene el PGIRS vigente en el municipio. Actualmente, el código de colores vigente en este plan establece que los residuos deben ser depositados en recipientes o bolsas de color azul, gris, negro y verde.


Aunque la resolución ya entró en vigencia, no obliga al usuario a que deba separar los residuos en los colores que establece: blanco, negro y verde; sino que determina que se debe implementar el código según lo que plantee el PGIRS. Por este motivo, el código de colores no es de obligatorio cumplimiento para las diferentes actividades económicas, hasta que no se presente la actualización del PGIRS.


Hasta aquí, lo viable es que la ciudad la separación tal y como se viene haciendo, mientras se crean y organizan las capacidades operativas que la nueva norma requiere.


En la Alcaldía de Medellín se implementaron puntos intermedios como estos, ubicados en cada piso y en el centro de acopio, con recipientes blanco y negro para separar los residuos orgánicos de los que no lo son. Los primeros resultados no fueron satisfactorios revelaron voceros institucionales.

Foto. cortesía. >>




Otro punto es el que tiene que ver con el incumplimiento de la norma. Según un Abecé del código de colores lanzado por el Gobierno Nacional, las entidades municipales son las encargadas de establecer las sanciones para aquellos usuarios que no cumplan con el código de colores. A marzo de 2021 no se ha actualizado el PGIRS municipal que estipula las medidas de control y sanción, por lo que estas aún se desconocen. Sin embargo, hay sanciones económicas establecidas en el Código Nacional de Policía y Convivencia para aquellos usuarios que no separen en la fuente los residuos sólidos ni los depositen selectivamente en el lugar destinado para su recolección.


La implementación del código de colores en la ciudad está en desarrollo. Depende de la actualización del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos -PGIRS -, mientras los usuarios se adaptan a la nueva separación en la fuente y la pedagogía continúe de forma correcta y constante.


ESCUCHE AQUÍ UNA EXPLICACIÓN DE LOS AVANCES EN MEDELLÍN

DE LA NUEVA NORMATIVA PARA SEPARACIÓN DE RESIDUOS




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