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En Medellín, la cultura no se deja marchitar por la pandemia


· Las actividades culturales diseñadas en formatos cortos atrajeron al público a la virtualidad.

· Para los centros culturales, formar alianzas fue fundamental para seguir a flote.


Por: Miguel Arango Rúa / miguel.arangor@upb.edu.co


De entre todos los sectores económicos que se vieron paralizados debido a la pandemia, el cultural fue uno de los más afectados. En 2020, la Industria de producción de eventos y espectáculos, calculó que en Colombia la coyuntura sanitaria le provocaría pérdidas al sector de la llamada economía naranja por más de 253 billones de pesos (haga clic aquí para ver más cifras). Actores, productores, gestores culturales, cantantes y productores de eventos, entre otros, se vieron muy afectados a pesar de que la cuarentena elevó la demanda por los servicios de entretenimiento en casa.


El gremio le ha solicitado ayudas al gobierno y se ha visto obligado a trasladar sus propuestas artísticas a la virtualidad. A pesar de que este panorama pudiera parecer desolador, el sector cultural en Medellín ha hecho gala de su creatividad, explorando propuestas exitosas para introducirse en las casas y corazones de la capital antioqueña. Aquí le explicamos algunos de los proyectos que más frutos han cosechado.


Almas al desnudo es una creación artística hechas durante el confinamiento de 2020. Fue ganadora de los estímulos a la creación del Centro de Desarrollo Cultural de Moravia. Puede verse AQUÍ. Foto: captura de pantalla Youtube Centro de Desarrollo Cultural de Moravia.


Iniciativas públicas siguieron floreciendo en la pantalla


El Centro Cultural de Moravia, corazón artístico de la Comuna 4, se repensó en la virtualidad como un canal de televisión, transmitiendo sus contenidos en franjas a través de Instagram y Facebook, como lo explicó María Juliana Yepes, una de las gestoras del lugar. Programas como Palo de lluvia, Palabras interesantes, además de obras teatrales y conversatorios sobre diversos temas, se pudieron vivir desde la comodidad del hogar. También, las alianzas con otras instituciones y los grupos de WhatsApp formaron parte de la estrategia para la generación y difusión del contenido.


En total, unas 500 actividades fueron realizadas en 2020 por el Centro Cultural de Moravia, de acuerdo con Yepes. Entre estas, se destaca la colaboración con institución con el University College of London, con el que se realizó un encuentro virtual sobre transformación urbana, donde participaron expertos de 13 países y cuyo resultado fue el Atlas de Patrimonio Vivo, un catálogo de estrategias para apoyar el cambio cultural. Adicionalmente, se realizó una alianza con la Cinemateca Municipal de Medellín para la transmisión de películas.


Ayudar a cerrar la brecha digital también fue uno de los retos que asumió el Centro Cultural durante la pandemia. Viendo que varias personas de la Comuna 4 tenían dificultades en el acceso a internet, se creó un grupo en WhatsApp, aprovechando que esta es uno de las plataformas más utilizadas por el público. Sin embargo, la gestora María Juliana Yepes destacó que no sirvió solo para la difusión, pues también hubo espacios de interacción en el chat, donde los participantes podían, por ejemplo, enviar fotografías de sus proyectos. En ese propósito de aumentar la cobertura también fueron esenciales los enlaces comunitarios, personas líderes en la población que se encargaban de replicar la información por todo el territorio. El equipo promotor de la estrategia recalcó el reto de no saturar al público y diseñar los contenidos de acuerdo con las necesidades específicas de cada lugar.


Otra parte importante del traslado de la agenda cultural de Medellín a la virtualidad fue incentivar a la gente a crear, cosa que se hizo mediante el programa de Estímulos al Arte y la Cultura. Aquí, la institución invitó a pensar la pandemia con proyectos musicales, de danza, literarios, audiovisuales y teatrales que contaran cómo se vivió el distanciamiento social.


Las estrategias de la Secretaría de Cultura de Medellín también estuvieron muy alineadas con las convocatorias para otorgar estímulos, para los que se destinaron cerca de 13.343 millones de pesos en 2020, según cifras oficiales. Gracias a esa inversión, se pusieron en marcha 891 proyectos creativos en toda la ciudad. Pese a que estos concursos ya se venían haciendo desde años anteriores, durante el aislamiento tomaron más relevancia por el incentivo monetario que ofrecen.


A pesar de las inversiones desde el sector oficial, el secretario de cultura, Álvaro Narváez, destacó que “no es solamente responsabilidad del Estado sacar adelante la cultura, sino también de la ciudadanía. Una ciudad sensible es una ciudad más culta”. Y es que para reactivar la industria creativa, la Alcaldía decidió apostarle a una nueva carta: el presupuesto participativo, donde los medellinenses deciden en conjunto con las autoridades cómo asignar parte de los recursos públicos destinados a sus comunas. Históricamente, la capital antioqueña le ha dado más peso a los rubros de educación y deportes, pero en este 2021 la ciudadanía votó para otorgarle 16.000 millones de pesos a proyectos creativos, todo un récord, según el propio Narváez.


Adicionalmente, la Secretaría de Cultura actualmente busca fomentar la formación artística por medio de procesos para acompañar el aprendizaje de músicos. También la Alcaldía busca apoyar la conectividad, abriendo centros especiales donde artistas que no tengan un computador o dispositivo para grabar, puedan acercarse para realizar sus contenidos audiovisuales y en línea.


Vea aquí: reflexiones desde el teatro

Entrevista de Valentina Muñoz a Alberto Sierra, director del grupo de Teatro Azul Crisálida.


Organizaciones privadas hacen todo y más


Sin importar si un centro cultural fuese público o privado, todos tuvieron que encontrar una forma de adaptarse a la virtualidad, algunos con mayor facilidad que otros. El Café Rojo, espacio cultural del centro de Medellín, demostró que es posible encontrar nuevas maneras de llegarle a los espectadores a pesar de las dificultades.

Adriana Hernández, su directora, puso sobre la mesa una apuesta interesante: las píldoras culturales. A través de Instagram, el centro transmite Íntimamente, un programa de tres minutos y medio donde se canta, se declama un poema o se lee un fragmento literario. Aquí se aplica el dicho, “lo breve, si bueno, dos veces bueno”, pues la idea detrás de esta estrategia, al igual que un buen amante, es dejar al espectador con ganas de más.


La financiación, sin embargo, sigue siendo un tema preocupante para los privados. A diferencia de las entidades públicas, que se sostienen gracias a la inversión estatal, centros como el Café Rojo tienen que valerse por sus propios medios. La directora Hernández contó que, a comienzos del aislamiento, la Alcaldía llamó a su fundación para hacer una encuesta y ofrecer apoyo, pero este último no se materializó.


Para solventar el problema económico, Hernández resaltó lo importante que es formar alianzas y buscar patrocinios. Las convocatorias de la Secretaría de Cultura son una buena alternativa, pero desde el Café Rojo se está ideando un proyecto de poetizas y declamadoras colombianas que espera obtener el padrinazgo de la Secretaría de la Mujer de Medellín.


Estos convenios con la administración municipal también le han sido de gran ayuda al Teatro La Hora 25, quienes durante el aislamiento aplicaron a las convocatorias de la Alcaldía. Para continuar llevando la cultura a las Comunas 12 y 13, esta institución se unió a la Red de Creación Escénica. Gustavo Estrada, miembro del equipo directivo, contó que implementaron una metodología basada en laboratorios de creación en casa. Con ella, animaron a los estudiantes a que exploraran su hogar como nueva forma de hacer teatro.


La cuarentena brindó la oportunidad perfecta para repensar lo cotidiano. Además, la participación en eventos de ciudad como el FestivalHito virtual de 2020 le permitió al Teatro La Hora 25 tener una puesta en común con otros centros culturales de la ciudad. La circulación de experiencias fue fundamental para la dinamización del arte en pandemia.


El grupo de teatro Azul Crisálida retomando ensayos en la Universidad Pontificia Bolivariana con todas las medidas de bioseguridad. Foto: cortesía de Azul Crisálida.


Los aprendizajes comunes


Escuche aquí las experiencias de Música Corriente, La Pascasia

y el centro cultural del Banco de la República en Medellín:


En definitiva, la cuarentena en Medellín, más que una crisis, fue un periodo de enseñanza para los centros culturales de la capital antioqueña. Sin importar si son públicas o privadas, las entidades aprendieron que los contenidos virtuales, la nuevas formas de narrar en diversas plataformas, entre otras posibilidades para explorar, son importantes para captar la atención de los espectadores, además de una buena producción que ayude a garantizar la calidad.

En una exploración no hay un solo camino al éxito. En el corazón de las iniciativas aquí reseñadas y cientos más que hacen parte de esa búsqueda, están el amor por el arte y deseo de transformar la vida de las personas. Esa búsqueda sin tregua será objeto de discusión pública en el concejo de la ciudad en los próximos días, mientras gestores culturales, artistas y el públicos desde sus casas, esperan que se respalde con más decisión la tarea del artes de transformar vidas, más allá de la llegada del ya no tan nuevo coronavirus.




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