top of page
  • Juliana Orozco Alzate / juliana.orozco@upb.edu.co

¿Por qué el coronavirus amenaza más a los mayores?

Su vulnerabilidad frente al virus no es el único riesgo que corren. La depresión, el desempleo, la pobreza y la falta de protección son otros problemas que aquejan a los ancianos y se han agudizado durante la contingencia sanitaria.


Un estudio publicado el 3 de abril por científicos chinos, analizó los casos de muertes por coronavirus en la ciudad de Wuhan. Al finalizar expresa: “En resumen, la mayoría de los casos de muerte por COVID-19 fueron hombres mayores de 50 años, con enfermedades crónicas no transmisibles como hipertensión, diabetes y enfermedades coronarias. Los pacientes murieron principalmente por insuficiencia orgánica múltiple”.


Un poco de su origen

El COVID-19, al igual que el SRAS (Síndrome respiratorio agudo grave), pertenece al grupo de los denominados coronavirus descubiertos en la década de los 60. Se presenta con la misma sintomatología que una gripe severa y resulta ser más peligroso en ancianos con otras complicaciones de salud y pacientes con enfermedades crónicas.


¿A qué se debe?


Este virus tiene más riesgo en las personas de la tercera edad por los cambios del sistema inmunológico que, a medida que las personas envejecen, se debilita. Esto reduce la capacidad de atención para dar respuesta a la infección, dándole ventaja a cualquier enfermedad viral o bacteriana.


La razón de este deterioro se debe a que “nosotros como seres humanos llegamos a una etapa donde nuestro cuerpo ya no sigue renovando las células. En su lugar las células van envejeciendo, esto es lo que pasa con los adultos mayores”, explicó Julieth Fernanda López, enfermera jefe de la Clínica Somer de Rionegro.


Además de tener el sistema inmune humano más inconsistente, en este grupo poblacional son frecuentes las enfermedades crónicas y la inmunodepresión. Cuando un anciano tiene problemas de salud latentes, estos le impiden al organismo combatir y recuperarse de las enfermedades que contrae.


Las afecciones médicas preexistentes de la persona definirán el alcance del virus. Según un análisis de la Organización Mundial de la Salud, OMS, las personas con enfermedades como el asma, la diabetes o las cardiopatías tienen más probabilidades de enfermarse gravemente cuando adquieren la infección.


Con estos antecedentes, las personas de la tercera edad también tienen una menor reserva fisiológica, pulmonar, cardiaca, nutricional. Lo que afecta directamente el tratamiento de ellos durante el contagio.


Por ende, la edad y la condición de vida impulsarán la susceptibilidad ante el COVID-19. Maria Alejandra Henao, estudiante de último año de Medicina de la Universidad CES dijo que, como muchos adultos mayores pueden tener enfermedades de base, poseer un buen soporte social, correcta administración de los medicamentos, una buena clase funcional, hábitos de vida saludable y actividad física, pueden influir en hacerlos pacientes menos frágiles frente al coronavirus.


La salud mental de los adultos mayores, un factor principal. Foto: Juliana Orozco Alzate.


¿Cómo evitar el contagio y qué se ha hecho para ayudarlos?


A pesar de todos los riesgos que corren estas personas, es posible impedir que contraigan el virus si se mantienen las medidas de protección y se obedece a la cuarentena obligatoria que el Gobierno ha establecido, especialmente para los mayores de 70 años. El cuidado parte del hogar y “se les debe proteger generando condiciones favorables para la satisfacción de las necesidades básicas”, aseguró Resfa María Sierra, gerontóloga del municipio de Marinilla.


Esta situación entra en conflicto con el hecho de que en Colombia no todos los adultos mayores son pensionados ni poseen subsidios o ingresos económicos. Muchos se ven en una situación precaria para acceder al sistema de salud o en condiciones de pobreza. Por esto, durante la contingencia se observan personas de la tercera edad en las plazas de mercado, en las tiendas, en la calle, que deben de salir a trabajar para poder alimentarse, pagar arriendo y tener un sustento diario.


Otro elemento agravante es el hacinamiento en el que algunos viven, que propicia condiciones que aumentan el riesgo de contagio. “Estos factores marcan la diferencia en cuanto si se contagia una persona adulta que no tenga buenas condiciones de vida, que tenga que salir a trabajar, a una persona adulta que se pueda quedar en su casa porque tiene una pensión u otras condiciones económicas que le permiten guardarse. Además de tener un mejor acceso a los servicios de salud y así, control de sus enfermedades”, expresó López.


Aun así, el Gobierno, los municipios, entidades y algunas EPS, han dirigido ayudas e implementado estrategias que contribuyen a la protección contra el COVID-19 y otras que subsanan las condiciones que se han generado a raíz de este, dándoles garantías a los ancianos para asegurar su vida:

  • El Programa Social al Adulto Mayor “Colombia Mayor” tiene como fin aumentar la protección de los adultos mayores desamparados, sin pensión, que viven en la indigencia o la extrema pobreza, por medio de un subsidio económico. Este programa implementó una estrategia con el apoyo asignado para los meses de abril y mayo de 2020 por un valor de 160 mil pesos. Consistió en un pago excepcional de una sola diligencia que se hizo desde el 6 de abril hasta el 30 de mayo, del cual se ordenó un pago adicional tras la extensión del aislamiento decretada por el Gobierno hasta el 1 de junio.

  • El municipio de Marinilla contrató a una empresa llamada Mensajería Exprés para que estas personas reciban los medicamentos en sus casas y se les realice el pago de sus servicios públicos, tanto en el área rural como urbana.

De igual manera, algunas personas de la tercera edad están siendo priorizadas por su condición económica y están recibiendo alimentos en sus viviendas. También hay estrategias a través de medios como el Canal Comunitario, donde se desarrollan actividades para que ellos puedan ejercitarse en sus hogares. Así mismo, se hacen charlas por parte de psicólogos, contó Sierra.

  • Desde el área de la salud se están brindando asesorías telefónicas, consultas virtuales, controles a través de la telemedicina, con el fin de que estas personas no asistan a los centros hospitalarios, donde corren más riesgo de contagiarse por las aglomeraciones.

  • Con los adultos más vulnerables del municipio de Rionegro se están realizando llamadas periódicamente con el fin de interactuar, conocer sus condiciones y dar soluciones, desde la salud y el bienestar a las problemáticas que se les puedan presentar; además, se les entregan paquetes nutricionales acompañados de cartillas y colores para que estos se entretengan. También, con apoyo del IMER (Instituto Municipal de Educación Física) se han establecido estrategias en temas de hábitos saludables y rutinas de ejercicios.

¿Y los muertos en Colombia?

De acuerdo con el Reporte del COVID-19 del Instituto Nacional de Salud, hasta el 3 de junio de 2020 se reportaron mil 45 fallecidos, donde 761 están en el rango de edad de los 60 a los 99 años.


Cambios en la cotidianidad, ¿cómo manejar la situación en los hogares?


La salud mental de los adultos mayores es otro factor que entra en juego, puesto que también son más frágiles en este sentido. El cambio de vida genera estrés, incertidumbre, miedo y angustia por el futuro, preocupación, cuadros depresivos y sobre todo ansiedad, debido a que toca adaptarse a una situación para la que no había alguna preparación, según Soraida Gómez, psicóloga de la Universidad Católica de Oriente.


Algunos ancianos son activos, se relacionan constantemente y a diario realizan actividades en el exterior como salir al parque, hacer gimnasia o juegos de mesa. Al no poder hacerlas, esto les genera diversas afectaciones mentales, así como dificultad para adaptarse en sus hogares a las nuevas condiciones de encierro, lo cual provoca que intenten salirse de esta zona de contención.


Por esto, es importante hacer uso de las estrategias que se han creado para que ellos realicen actividades desde sus hogares. Así mismo, quienes viven en compañía de otras personas, estas deben propiciar espacios para jugar, compartir, intercambiar, esto hace que el confinamiento sea más llevadero.


Infografía: Juliana Orozco Alzate.


----

Informe especial elaborado en el curso Periodismo II,

orientado por la profesora Claudia Sánchez Aguiar.




Publicaciones recientes
Archivo
Buscar por etiqueta
¡Comparte este contenido en tus redes sociales!
bottom of page