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  • Maria Alejandra Sierra Lara /

Animales: víctimas del miedo

“Tenemos miedo de que se nos acabe la comida”. En medio de la incertidumbre de hoy, cuando la mayoría de los colombianos no saben qué qué depara el futuro, este clamor no es exclusivo de personas que se han quedado sin cómo obtener su sustento. Es también la preocupación de personas dedicadas a la protección de animales. Una de ellas es Andrea Ordoñez, parte del equipo de Organización Salvar, que tiene a su cargo 32 animales (entre perros y gatos), afectados colaterales del encierro y las consecuencias económicas de la cuarentena, luego de sufrir abandono y otros maltratos.



<< Algunas organizaciones desarrollaron y sostienen comederos para los animales callejeros, afectados por las calles vacías. Foto: cortesía.


Suben los números del miedo y abandono


El aislamiento preventivo obligatorio ha suscitado un nuevo miedo irracional hacia las mascotas. Si bien la OMS y la OIE (Organización Mundial de Bienestar Animal) han reiterado insistentemente en que “la propagación actual del COVID-19 es el resultado de una transmisión de humano a humano (...), no existe evidencia de que los animales de compañía tengan un rol significativo en la propagación de la enfermedad. Por consiguiente, no existe justificación alguna para tomar medidas relacionadas con los animales de compañía que puedan afectar a su bienestar”, la desinformación ha generado una ola de pánico que deja como consecuencia un notorio aumento en el maltrato y abandono de estos seres de compañía.


El crecimiento fue confirmado por voceros de la Fundación Hablemos por Ellos, al afirmar que “debido a la situación y el límite en los recursos no hemos realizado más rescates, pero los reportes de abandono han aumentado, al menos, un 40%”. También representantes de la Fundación ORCA revelaron que: “Crecieron gradualmente los abandonos de animales, muchas personas, a pesar de que ya tenían sus animales de compañía en casa, disfrazan las excusas y, posiblemente, son abandonos porque les da miedo que los animales les transmitan el COVID-19”.


¿Cómo nace el miedo?


El temor a que los animales sean transmisores del COVID-19 nace a raíz de casos aislados en Hong Kong y Bélgica, donde un pastor alemán y un gato (respectivamente) dieron positivo a la prueba del virus. Sin embargo, según la OIE, estos resultados fueron a causa de “una estrecha exposición a sus dueños que estaban enfermos por la COVID-19” y que “los perros no mostraron ningún signo clínico de la enfermedad. De hecho, el pastor alemán vivía con un perro de raza mixta que nunca se enfermó y tampoco presentó virus en el examen”. En cuanto a los gatos, no hay pruebas suficientes para decir que son transmisores, según las mismas organizaciones.


Incluso la Organización Panamericana de la Salud, dijo que: “Nuestra recomendación es que los dueños de mascotas las sigan cuidando y mantengan la calma. El abandono de perros y gatos es inadmisible, y no es, bajo ningún concepto, la solución a la pandemia del COVID-19. Tampoco lo es el sacrificio de animales. Esta pandemia no es, ni puede llegar a usarse, bajo ningún concepto, como una justificación para practicar la matanza despiadada”.


Las organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas al cuidad de animales maltratados y abandonados están sin los ingresos de las actividades de promoción y prevención que hacen y que permiten su sostenimiento. Foto: Can can callejero.


Números rojos


Lo albergues, fundaciones y santuarios de animales se han tenido que enfrentar a diversos problemas durante la pandemia que acosa al mundo en estos momentos. Entre ellos se encuentran el detrimento de la situación financiera que tanto preocupa al mundo y el miedo que desencadena en casos de abandono, aumentando la necesidad de rescates.


“Hemos tenido que cambiar y racionar los alimentos para poder alcanzar el día a día: las donaciones son mucho menores al igual que las ventas”, expresó la representación de Fundación Hablemos por Ellos, mientras que Lizzeth Sánchez y Johanna Gutiérrez, del Albergue Huellitas Felices, afirmaron que: “Son muchos gastos. No es solamente la comida, tenemos que pagarle a la persona que está en la finca cuidándolos, el arriendo, los servicios, emergencias veterinarias…”, sumado a lo que dijo Andrea Ordóñez, de Organización Salvar: “No tenemos actividades para hacer, por lo que la dificultad más grande de este momento son las donaciones, tanto como el alimento pues, realmente, es en lo que tenemos más gastos”, hace evidente que, como a muchos colombianos actualmente, la incertidumbre y la falta de recursos acosan a estas organizaciones, problemática que se agrava de la mano de un creciente nivel en las tazas de abandono.


Adaptarse para sobrevivir


Para solventar esta crisis, las organizaciones animalistas, se han sumado a la virtualidad para hacer frente la situación, se han valido de ventas, bazares virtuales y todo tipo de ideas que permitan recoger donaciones para sostener sus operaciones sin arriesgar la vida de sus donantes, colaboradores y la propia. Tal es el caso de la Fundación Kronos que ha vendido tapabocas, empanadas y guantes, todo de forma virtual en sus redes sociales.


“Como en todo, hay que adaptarse a la situación: comenzamos a vender artículos como guantes, gel antibacterial, alcohol…”, afirmó Andrea Acosta, de Fundación Kronos, al responder sobre sus estrategias para recoger fondos de cara a la cuarentena y es que, así como lo ha hecho esta fundación, lo han hecho muchas otras como ORCA o Hablemos por Ellos, que han llevado de lo presencial a lo virtual algunos de sus eventos con los que se recaudan fondos.


Antioquia sí es solidaria


Iniciativas gubernamentales han recibido y entregado donaciones en alimentos para animales. Foto: cortesía. >>


A pesar de lo complicado del panorama, iniciativas gubernamentales han salido a flote para ayudar a estos “angelitos con patas”, como los llama el equipo de Kronos. Antioquia Solidaria, la iniciativa del gobierno departamental para ofrecer ayudas de todo tipo durante la emergencia sanitaria, también ha repartido alimento tanto a animales en situación de calle como a las orgaizaciones dedicadas a su cuidado.


Así lo confirmaron Andrea Ordoñez y Salvar. A algunos de sus hogares de paso “les ha llegado comida” por parte de la iniciativa. También desde el Centro de Bienestar Animal La Perla, que ha donado alimento a Kronos.


Otros retos


Además de la alimentación de los animales, otro reto de las organizaciones dedicadas a su cuidado es mantener la credibilidad: “Yo no puedo ir recogiendo fondos para un evento que no sé si se va a realizar”, explica Carolina Múnera, de Can Can Callejero. Este santuario de animales tenía planeado realizar una jornada de esterilización en La Guajira en el mes junio, por lo que deberían estar recogiendo fondos, pro han tenido que suspender la jornada y todos los eventos relacionados con ello para proteger su salud y la de todos.


“Lo que vaya a pasar con el país tiene que ver con la razón social de nosotros”, dijo Carolina Múnera, puesto a que una parte de su accionar, como el de muchas organizaciones, depende de los eventos y la presencia de las personas: “no se puede hacer una jornada de esterilización sin gente”.


Víctimas del miedo ajeno


“El hombre piensa primero en sí mismo y luego piensa en las demás especies”, critica Carolina Múnera, de Can Can Callejero, ante una realidad donde innumerables iniciativas han surgido para ayudar al hombre. Sin embargo, el medio ambiente y los animales se han dejado de lado, pensando en que nuestra ausencia en los ecosistemas han enmendado los daños ya ocasionados, critica la animalista.


“La dificultad más grande es el ser humano”, decía Andrea Ordoñez, de la Fundación Kronos al indicar en su concepto qué es lo más difícil de la situación que afrontan los animales de compañía con el abandono fundamentado en miedos falsos sobre la transmisión del coronavirus,. Definitivamente “nos matan el miedo y la falta de corazón”, señaló.







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