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  • Sebastián Carvajal Bolívar /

¿CUÁL ES EL FRENO DE ENCICLA?

El sistema de bicicletas públicas EnCicla completó ocho años de operación y 12.564.093 préstamos a enero de 2020. Sin embargo, en los últimos meses, los usuarios se han quejado por los constantes fallos en el sistema y su plan de expansión lleva cinco prórrogas y un año y medio de retraso.


Por: Sebastián Carvajal Bolívar / sebastian.carvajalb@upb.edu.co


Hernán Arbeláez está afiliado a EnCicla desde hace seis años. Para él, el sistema es “excelente” porque le permite ahorrar pasajes, no contamina el medio ambiente y hace ejercicio mientras se moviliza por la ciudad.


Él es uno de los 9.000 usuarios que en promedio utilizan las bicicletas diariamente. En total, el sistema suma 96.695 personas inscritas a enero de 2020, de los cuales 51.796 están activos. Esto muestra el éxito que ha tenido EnCicla entre los habitantes del Valle de Aburrá, como una opción para movilizarse a lo largo de la ciudad.


Ante la demanda en el uso de EnCicla y siguiendo el Plan Maestro de la Bicicleta, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, entidad encargada de su funcionamiento, firmó en diciembre de 2017 el contrato 988 con Labici América S.A.S. Su objeto era ampliar la red y poner en funcionamiento 79 estaciones automáticas, por un valor de $6.993.894.059 y un plazo de ejecución de 12 meses.


Las nuevas estaciones y la renovación del software debían estar listas para diciembre de 2018. Sin embargo, hoy el contrato tiene cinco prórrogas y una modificación. A febrero de este año tenía una ejecución física del 46 % y financiera del 47 %. La nueva fecha de terminación era el 28 de mayo , pero debido a la crisis ocasionada por el coronavirus, el contrato fue suspendido el 24 de marzo “por término que dure el aislamiento preventivo obligatorio ordenado por el Gobierno Nacional” .


EnCicla ha fortalecido el uso de la bicicleta en la rutina diaria de los medellinenses y resulta un modelo clave a futuro, por su compatibilidad con las prevenciones propias en tiempos de pandemia. Foto: Sebastián Carvajal Bolívar.


¿Qué fue lo que pasó?

“El problema más importante que está viviendo EnCicla es el incumplimiento del contratista, un contratista español”, afirmó el concejal por la Alianza Verde Daniel Duque, quien le ha hecho seguimiento a la situación.


Duque explicó que el contratista es el dueño del software y hardware del sistema y, por tanto, el Área Metropolitana no puede contratar a otra empresa distinta para culminar las obras. Incluso esta opción fue analizada antes de firmar la tercera prórroga, pero la entidad concluyó que no tendría los mecanismos ni estaría en la capacidad de buscar a otro contratista capaz de suplir las necesidades de la ampliación.


Además, para ese momento, el Área Metropolitana ya había celebrado dos contratos, uno para la adecuación de obras civiles por $1.925.866.192 y otro para la adquisición de dos mil bicicletas nuevas por $3.662.444.090. De no dar cumplimiento al contrato con Labici América S.A.S se habría causado un detrimento cercano a los 7 mil 500 millones de pesos.


Entre las razones que se evidencian en las prórrogas del contrato para argumentar las demoras por parte de la empresa están las dificultades en la elaboración de los componentes tecnológicos y los retrasos en los procesos de nacionalización con la DIAN para la posterior instalación de las estaciones.


Para evitar que el contrato sufra más ampliaciones, las autoridades están buscando medidas jurídicas para que Labici América S.A.S cumpla con sus obligaciones.


“Lo que estamos tratando de hacer es buscar una acción de cumplimiento para que por las buenas podamos solucionar los problemas, si no tocará buscar otras medidas jurídicas que vengan al caso para que estos señores cumplan de manera rigurosa (con el contrato)”, concluyó Duque.


Fallas en el software

Desde hace varios meses, los usuarios del sistema se están quejando por los inconvenientes que tienen al momento de prestar las bicicletas.


Natalia Velásquez, una joven que usa frecuentemente EnCicla, dice que “las plataformas virtuales muchas veces se encuentran malas, cuando uno viene (el sensor) no lee la tarjeta o cuando uno la va a prestar no ingresa (al sistema) o también cuando uno va a pedirla en las estaciones manuales no hay bicicletas”.


El activista y promotor del uso de la bicicleta en Medellín, Daniel Suárez, ha sido uno de los principales críticos de los fallos en el sistema y desde sus redes sociales y otros espacios de encuentro ciudadano ha manifestado sus inconformidades con EnCicla.


Suárez explica que el problema que tiene el sistema es que, “desde su software, la capacidad que tiene el sistema ya no permite recibir cierta cantidad de bicicletas en sus estaciones, (…) si hay un mínimo de ‘bicis’ no permite desanclarlas y si hay un máximo, a veces no permite anclarlas, lo que genera que el usuario tenga que moverse a otras estaciones cercanas y algunas van presentado las mismas fallas, lo que termina por afectar la operación del sistema”.


El contrato 988 de 2017, además de contemplar la expansión del sistema, también incluyó la actualización de las estaciones existentes para ese momento y con ello la adaptación de 1.300 puntos de anclaje. Este proceso se realizó en noviembre de 2018 pero, según la primera prórroga del contrato, presentó fallas y, por tanto, requirió de un proceso de estabilización y ajuste de las estaciones y bicicletas del sistema.


Los ajustes se ejecutaron en los meses posteriores, pero los problemas continuaron. A pesar de reprogramar sistema y ajustar los mecanismos de lectura, la inestabilidad persistió e incluso aparecieron bicicletas fantasmas y préstamos infinitos.


Esta actualización del software es otra de las razones que explica el retraso del plan de expansión y expone los fallos actuales en el sistema de préstamos.


Luisa Fernanda Vargas, vocera del sistema de bicicletas públicas EnCicla, aclara que el Área Metropolitana ha tomado algunas medidas para mitigar los fallos de conexión. “Hemos redistribuido nuestro personal de forma tal que en las estaciones automáticas en las que sabemos que hay préstamos en la mañana o en la tarde hay receptores, tratamos de que el personal haga prestamos manuales en estos lugares donde sabemos que la oferta y la demanda es mucha”.

Las principales cifras de EnCicla. Infografía: Sebastián Carvajal Bolívar.

Lo que se ha alcanzado y lo que falta

Hasta el momento EnCicla ha puesto en operación 47 estaciones nuevas, para un total de 99 en Medellín, Envigado y Sabaneta. Se esperaba que las restantes fueran entregadas antes del 10 de mayo, según el compromiso que asumió el contratista con el Área Metropolitana. Por la crisis actual, eso está en veremos.


Además, la entidad tiene almacenas 824 bicicletas nuevas en el Parque de las Aguas, que se espera entren a operar a medida que se entreguen las nuevas estaciones, “porque si las ponemos a operar en este momento habría sobreoferta de bicicletas y poca oferta de sitios de anclaje”, argumentó Vargas ante los cuestionamientos sobre la inoperatividad de estas.


Según la funcionaria, estas no están en mal estado, puesto que están diseñadas para estar al sol y al agua. “Cada 15 días tratamos de llevar a nuestro personal para que le haga un mantenimiento básico”, finalizó.


Ventajas del sistema

Entre el 27 de enero y el 25 de febrero de este año, 30.364 usuarios hicieron préstamos de bicicletas en la ciudad. De ellos el 38,3 % fueron estudiantes y el 60 % corresponden a personas de estratos dos y tres, según datos de EnCicla.


“Es muy útil, a mí me ha ahorrado mucho tiempo en los desplazamientos entre le bus, la universidad, del trabajo a la universidad y, en muchas ocasiones, se demora menos que un bus”, opina la estudiante Estébana Orozco sobre el sistema. Como ella, son muchos los usuarios que destacan las bondades de utilizar EnCicla diariamente.


Alejandro Restrepo, doctor en urbanismo y profesor titular de la Universidad Pontificia Bolivariana resalta que el sistema ha permitido tres aspectos importantes en la ciudad.


El primero es la equidad en el uso de transporte público al entregar este medio de forma gratuita, segundo la complementariedad de las estaciones de EnCicla con el Metro y demás medios de transporte público y, por último, la articulación de los espacios culturales, educativos, residenciales y públicos a través de las bicicletas.


Para Restrepo, hacen falta dos cosas fundamentales para que el sistema mejore. El primero es un cambio cultural en la concepción del sistema y que involucra a todos los usuarios. “Es muy importante que la ciudadanía entienda que es un servicio público, que se le está prestando de forma gratuita y que cada uno debe de cuidar esos elementos como un patrimonio colectivo, que nos pertenecen a todos”.


Lo segundo tiene que ver con la infraestructura y la posibilidad de seguir ampliando la red. “Creo firmemente que la ciudad puede recibir muchas más estaciones sobre todo por los territorios ligeramente más planos. Cada una de esas estaciones de la línea A y B del Metro debería tener EnCicla y el centro de la ciudad puede perfectamente tener más estaciones, así como también en puntos estratégicos para ir complementando este sistema de movilidad sostenible”.


Según el Plan Maestro Metropolitano de la Bicicleta del Valle de Aburrá 2030, se espera que para ese año el 10 % de los viajes que se realizan diariamente en la metrópoli se hagan en bicicleta. Para esto, el Área Metropolitana contempla una serie de medidas en las que se incluye la mejora en la infraestructura física, la articulación del trasporte público y la continua expansión de EnCicla.


Para que esto sea una realidad y que el sistema siga beneficiando a los habitantes de Medellín y su Área Metropolitana, es necesario que se superen los fallos de conexión en el sistema y que el plan de expansión finalice en los plazos acordados con contratista.







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