LA VISITA INFORMAL
Con el anuncio de la visita del papa Francisco a Colombia se escucharon voces de beneplácito y no pocas, que cuestionaban la inversión que requiere recibir de una personalidad semejante en el país, en cada una de las ciudades que hacen parte del itinerario. Vinieron entonces aclaraciones: unas explicaron cómo el Gobierno Nacional, los gobiernos locales y la Iglesia Católica compartirían los costos, otras se refirieron a la denominada derrama económica, los ingresos percibidos