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Polarización y desinformación empañan idea de constituyente

Luego de que el presidente Gustavo Petro el 15 de marzo del presente año dijera por medio de un discurso en Puerto Resistencia, que sería necesario realizar una Asamblea Nacional Constituyente para aprobar las reformas propuestas por su gobierno, la agenda mediática del país se ha enfocado en hablar de los “peligros” que conllevaría la creación de esta.  


Por: Sofia Cadavid Foronda, Mariana Pérez Mesa y Ana Daniela Villalba Acosta / periodico.contexto@upb.edu.co 

 

Desde su posesión en agosto 7 de 2022, el mandato de Gustavo Petro como presidente transita entre el debate de varias reformas para el país (pensional, laboral, salud, tributaria, entre otras) y que estaban estipulados en su plan de gobierno, por el cual votaron 11,281,013 de colombianos. Sin embargo, estos proyectos no han salido del papel, gracias a que el presidente no cuenta con mayorías en el Congreso, la instancia en la que los 108 senadores y 172 representantes deben debatir sobre la idea durante cuatro sesiones para que finalmente, una reforma sea aprobada. 


Al tiempo, la denominada oposición al gobierno ha ejercido un papel clave en la no aprobación de las reformas, ya que consideran que no son necesarias y que, de la manera en la que están propuestas, son inviables. Debido a este contexto en el que el diálogo parece no funcionar, el Presidente planteó, en medio de un discurso en Cali, que si las instituciones no cumplen con su labor de aprobar las reformas por las que votaron los colombianos, sería necesario convocar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), por medio de la cual la población sea la que decida si aprueban o no las propuestas. 


El presidente Gustavo Petro en reunido con las comunidades indígenas en Puerto resistencia, Cali, donde mencionó la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Foto por: Infopresidencia. 


La iniciativa generó debate: políticos, opinadores y la población en general comenzaron a hablar del tema de manera masiva, haciendo énfasis en que la idea de constituyente, tal como está planteada, es anticonstitucional. Para otros, sería una amenaza a la democracia del país. Por esto, el pasado 21 de abril, alrededor de 495.000 opositores del gobierno marcharon en las principales ciudades de Colombia para demostrar su rechazo a su gestión y sus reformas, incluida la de Asamblea Nacional Constituyente.

 

En contraparte, el 1 de mayo, las personas que apoyan al gobierno nacional salieron a marchar en conmemoración del día del trabajo y para demostrar su aval a las propuestas de reforma del presidente, entre ellas la de una ANC. A pesar de esto y de que el tema lleva en discusión casi dos meses, la desinformación ha sido la protagonista, ya que pocas personas no saben qué es, cómo funciona y para qué sirve este mecanismo. 


Manifestación del 21 de abril por parte de la oposición al gobierno nacional. Foto por: Jaime Saldarriaga. 

 

¿Qué es y cómo funciona una Asamblea Nacional Constituyente? 

La Asamblea Nacional Constituyente es uno de los tres mecanismos dispuestos por el artículo 374 de la Constitución Política de Colombia, que permiten la reforma de la norma fundamental. Esta figura permite que la ciudadanía del país, por medio del voto popular, decida qué puntos del texto desean transformar y cómo quieren que sean los cambios de ellos. Es por esto, que una ANC representa la posibilidad de cambiar la estructura del Estado, y a su vez, marca el rumbo del país. 


Firma de la Constitución Política de Colombia de 1991, con la que se dio el cierre de la Asamblea Nacional Constituyente del mismo año. 

Foto por: Archivo de El Tiempo. 


Para realizar una Asamblea Nacional Constituyente, es necesario presentar la propuesta ante la Cámara de Representantes y el Senado, quienes deben debatir sobre el proyecto de ley, incluyendo temas como la convocatoria a la ciudadanía, temas a tratar, periodo de funciones, y número de integrantes, para finalmente aprobarlo o desaprobarlo. En caso de que suceda lo primero, el documento se enviará al presidente para que lo firme, y posteriormente lo entregue a la Corte Constitucional colombiana, donde los magistrados deberán determinar su constitucionalidad. 


Posteriormente, el gobierno nacional deberá programar la fecha en la que convocará a la ciudadanía para votar si están a favor o en contra de llevar a cabo una ANC, y deberán incluir en los tarjetones las opciones de SI o NO, junto con las temáticas a tratar en las sesiones. Para que la Asamblea Nacional Constituyente sea aprobada por el poder popular, se debe obtener el SI de la tercera parte del Censo Electoral colombiano, que para 2024 son aproximadamente 13’490.000 personas. 


Así funciona una Asamblea Nacional Constituyente en Colombia. Por: Ana Daniela Villalba Acosta. Clic en la imagen para ampliar.


Una vez la ANC es aprobada por voto popular, se debe convocar nuevamente a votaciones generales para definir las personas que integrarán la Constituyente, de acuerdo con las curules que fueron definidas previamente en el proyecto de ley que pasó por la Cámara de representantes y el Senado. Al iniciar con las actividades de la Asamblea Nacional Constituyente, el Congreso entra en un periodo de receso hasta que la ANC termine sus funciones. 


Mientras esté en vigencia, la Asamblea deberá disponer de lugares clave en los municipios del país, en los cuales se recibirán las propuestas de cambios a la Constitución Política por parte de los colombianos. Los constituyentes deberán leer, sistematizar y debatir las propuestas. 

 

La historia de las constituyentes en Colombia  

A lo largo de los siglos XIX y XX, Colombia experimentó varias asambleas nacionales constituyentes que dieron paso a las constituciones políticas del país. Cada una de ellas se realizó bajo un contexto sociopolítico específico, que como punto en común tienen que fueron momentos en que el país requería una transformación política o sufría una crisis institucional. Por ello se hacía necesario para un nuevo marco legal y constitucional acorde a las necesidades y demandas de la sociedad colombiana del momento. 


Línea del tiempo con las Asambleas Nacionales Constituyentes de Colombia y la respectiva Constitución Política que crearon.

Por: Mariana Pérez Mesa. 


La última Asamblea Nacional Constituyente en Colombia fue realizada en 1991, cuando el país atravesaba una crisis de gobernabilidad al no poder satisfacer las necesidades básicas de la población, especialmente en términos de seguridad, durante la cruenta época del narcoterrorismo. También existía un problema de representatividad entre los partidos políticos, ya que sus lineamientos no se ajustaban al panorama del momento, y es por esto que los movimientos sociales comenzaron a surgir exponencialmente. 


Sumado a lo anterior, la violencia a partir de los 70’s se agudizó gracias a la aparición de más actores dentro de ella. Para aquella época, a las guerrillas insurgentes como las FARC, el ELN o el EPL entre otras, se sumó el factor del narcotráfico y la llamada Guerra sucia entre los principales carteles del país (Medellín, Cali y la Costa). Todos estos factores sumieron a la ciudadanía en un estado de zozobra generalizada que impulsó a que se aprobaran todas las propuestas de la ANC, impulsada por el acuerdo de paz logrado con el movimiento guerrillero M-19, del cual fue militante Gustavo Petro. 


División de las comisiones en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Gráfico por: Banrepcultural. 


Para realizar la ANC de 1991, el Congreso de la República determinó que la ciudadanía votaría por 70 constituyentes para escribir la nueva Constitución Política del país. El grupo electo fue diverso, ya que se incluyeron allí no solo políticos, sino también economistas, periodistas, ingenieros, líderes de sindicatos y de movimientos sociales, y desmovilizados de grupos al margen de la ley. Estas personas se organizaron en cinco comisiones temáticas y recibieron alrededor de 150.000 propuestas de la ciudadanía para reformar la constitución, y finalmente llegar a la que rige en la actualidad.  

 

¿Es posible una Asamblea Nacional Constituyente en Colombia? 

En el 2024, Colombia puede no estar viviendo el mismo contexto de las anteriores ANC, pero sí cuenta con ciertas situaciones que hacen que el panorama sea similar. El abogado especialista en derecho público y docente investigador de la UPB, César Molina, menciona el país está viviendo una época convulsionada en la que se suman los factores del recrudecimiento del conflicto con las disidencias de las FARC, el ELN, el Clan del Golfo y el narcotráfico, la crisis económica post-pandemia, el primer gobierno de izquierda declarada, y una ciudadanía polarizada entre los partidos nacionales u oposición, y el oficialismo o militantes. 


Estas circunstancias tendrían que madurar por un tiempo, para que al igual que en los años anteriores, se aprobara la realización de una Asamblea Nacional Constituyente, mas hay dos componentes adicionales que hacen que pensar en una ANC en 2024 sea improbable. El primero es que como se mencionó previamente, el presidente de la República no tiene mayorías en el Congreso que tramitaran a favor, mientras que el segundo tiene que ver con la ciudadanía, y es que en ella no se ve intención mayoritaria para que el proceso se tramite. 


Darío Acevedo, doctor en historia, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y exdirector del Centro Nacional de Memoria Histórica, indica que la negativa de los colombianos ante la propuesta de Gustavo Petro radica en el temor de que tome el mismo camino que el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez. Este último, a un año de asumir el cargo, convocó a una Asamblea Nacional Constituyente por medio de la cual “llenó de expectativas a los venezolanos para que la aprobaran, pero finalmente él terminó realizando reformas de manera casi dictatorial”, indicó Acevedo. 



Informe de Invamer sobre la desaprobación del presidente Gustavo Petro a nivel nacional, y en las ciudades más importantes de Colombia. Gráfico por: Invamer. Clic en la imagen para ampliar.

 

Además, en el miedo de la ciudadanía también parecen influir las acciones del Presidente, ya que mientras estaba en campaña, prometió que no intervendría de ninguna manera en la Constitución Política de 1991. En este punto también influyen los medios de comunicación del país, ya que, como indica César Molina, en años anteriores, otros presidentes también habían comentado la posibilidad de realizar una Asamblea Nacional Constituyente, pero el despliegue y ruido mediático no fue tan amplio al no ser un presidente de izquierda quien lo dijera. 


En una línea similar, Darío Acevedo indica que probablemente las palabras del Presidente también fueron parte de una estrategia mediática por medio de la cual los medios de comunicación centren su atención en la ANC, mientras dejan de lado informaciones comprometedoras sobre el Gobierno. El historiador considera que esto es una “cortina de humo” por medio de la cual se ocultan “los debates y escándalos con el Gobierno del presidente que se han fabricado en su mismo entorno: el hijo, el hermano, la esposa, de funcionarios que no dan la talla, ministros y escándalos de corrupción.” 


Otro punto que no se puede dejar de lado, es que realizar una Asamblea Nacional Constituyente en la actualidad puede resultar contraproducente ya que, como declaró la Corte Constitucional, este mecanismo es constitucional, primario y no tiene límite de reformas a presentar. Gracias a esto, la intervención de la Constitución Política actual, o la formulación de una nueva, podría retroceder en materia de derechos, haciendo que las luchas de las anteriores ANC queden en el olvido. 


 


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