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  • Karen Camila Pérez López /

Violencia intrafamiliar, virus silencioso



Colombia lleva más de 30 días de confinamiento. Un mes que para algunas familias colombianas ha sido de unión familiar, de descanso, de pasar momentos divertidos compartiendo juntos. Pero desafortunadamente no todos tenemos la misma suerte de vivir en armonía con nuestros seres queridos. La violencia intrafamiliar, ese virus silencioso que ataca a las familias de puertas para adentro.


Un informe del observatorio colombiano de las mujeres señala que se han presentado 1.011 denuncias en 10 días; es decir, 101 llamadas diarias a la línea 155, creada para orientar a mujeres víctimas de violencia. Bogotá registra el mayor número de llamadas (42 %), Antioquia (11 %), Valle del Cauca (9 %), Cundinamarca (6 %) y Santander (4 %). Las mujeres somos las más perjudicadas en este aislamiento preventivo, pero ser las más vulnerables a estos hechos no nos convierte en las únicas afectadas de las familias. Los niños, tema de gran preocupación por los entes de control, son la otra parte vulnerable en la violencia intrafamiliar, ellos son, de acuerdo con el informe del observatorio, agredidos física y psicológicamente por otros miembros de su familia.


Es el aislamiento una medida para evitar que el virus se propague, pero ¿cómo evitamos que millones de familias se agredan entre ellas durante estos días de estrés y encierro? Debemos actuar en consecuencia para evitar que mujeres sean asesinadas y maltratadas, que los niños dejen de ser violentados y haya paz en las familias; suficiente tenemos con vivir preocupados y con miedo a que la covid-19 toque a nuestros hogares y acabe con nuestras vidas. Según la Academia Nacional de Medicina, Colombia debe lograr un cambio cultural profundo, iniciado desde las etapas primeras de la vida, para que la violencia deje de ser culturalmente aceptada para solucionar los conflictos. Solo así se podrá desarrollar una cohorte de colombianos solidarios, no violentos, que puedan vivir en paz.


Vivir en aislamiento es todo un reto para las familias afectadas por la violencia intrafamiliar; las mujeres no saben qué puede acabar con sus vidas primero, si quedarse en casa esperando a ser asesinadas por sus parejas o salir a la calle y exponerse a que el coronavirus las contagie. Hay que actuar. Es el momento de acabar con la violencia en nuestro país, de cuidarnos y estar juntos para ganarle la batalla al verdadero virus.


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Columna realizada en el curso Introducción a la Comunicación, orientado por el profesor Luis Fernando Gómez. Publicada en la sección Taller de Opinión del diario El Colombiano.

Sección: Opinión

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