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  • Susana Katich Restrepo / susana.katich@upb.edu.co

Desde urabá hasta Aquí y ahora

Paisajes y recuerdos de Urabá hacen parte del camino recorrido por los mellizos Villegas, jóvenes cuyo talento está detrás de Lucas Arnau, figura del pop colombiano.


La música de los mellizos Villegas se nutre de los parajes que han recorrido en el desarrollo de sus talentos. Foto: Cortesía.


La suave brisa, los rayos del sol y los peculiares sonidos del vecindario, atraviesan las ventanas en tiempos de cuarentena. Dos fanáticos, sentados desde la comodidad de su hogar, oprimen el botón de llamada. Ansiosos ante el momento, contesta uno de los mellizos Villegas, Alejandro. La conversación empieza a tomar rumbo mientras los fanáticos y los mellizos se imaginan viajando por la región de Urabá y cantando: “Voy en un viaje cósmico y galáctico, mágico y romántico, sobre el mar azul…”, como se oye en Cósmico y Galáctico.


En la travesía los acompañan montañas verdes, rostros de indígenas Emberá, túneles de naturaleza, ganado y plantaciones bananeras. El viaje soñado empieza por el occidente, pasa por San Jerónimo, Santa Fe de Antioquia y Cañasgordas. Más adelante se encuentran en Dabeiba y llegan a Mutatá, la entrada al Urabá Antioqueño. Luego Chigorodó y por último Apartadó, donde nacieron Alejandro y Fernando Villegas en 1984.


Un 11 de septiembre de 1984 nacen los mellizos Villegas en el municipio líder de Urabá, por su actividad comercial: Apartadó. Sus padres, se habían movido desde Bogotá y Medellín hacia la mágica región, conocida como la mina de oro o la tierra prometida. Una tierra abundante en oro verde (banano) y reservas de petróleo. La mejor esquina de América, “Tierra, tierra, tierra prometida, de América Latina, tierra del sabor Urabá…”, cantaban los Villegas en Tierra Prometida.


Una educación mágica


Una educación única y tradicional llenó de magia los corazones de los mellizos, “yo quiero esa magia, que se encuentra en tu corazón…”, cantaban los Villegas en Magia. Afrodescendientes, costeños e indígenas, el salón de clase en que estos niños crecieron era una mezclas que representaba la multiculturalidad de Urabá. Fer y Alejo, eran los únicos “europeos” (blancos) en el salón de clase.


En las aulas eran ingredientes importantes el arte y la danza, la música en todos sus géneros, los colores y los sabores del Caribe. Una educación que fusionaba las emociones y momentos maravillosos en La Casa de la Cultura local, epicentro del Urabá alegre, bailador y artístico que sobresale en ritmos y vibras que deleitan el alma de los más pequeños. Mentes y corazones abiertos, recorrían cada rincón del lugar, enseñando la esencia de cada instrumento, como los de viento y el baile y la música, como el Mapalé, el Hip hop y el Bullerengue.


“Cree, cree que cuando crees, creas …”, cantaban los Villegas en Cósmico y Galáctico. Tenían catorce años de felicidad y música, olas y amistad… catorce años al empezar un viaje que despertaría sus y empezaría a construir sus sueños; sueños presentados en los actos cívicos desde el alma y habilidad de los chicos: "… Sueños, sueños, tu eres el dueño, de todos tus sueños", cantaban los Villegas en Tierra prometida. La guitarra y la batería fueron sus primeras amistades en la música; dedicación y tiempo fueron elementos clave para crecer y disfrutar todos los días del parche bonito en La Casa De la Cultura.


Las estrellas de rock de Urabá


Los Villegas han usado además las cuerdas de la guitarra para transmitir la esencia de cada lugar. “…Tus ideas son como gotas de este mar, son tu tiquete para navegar, a un mundo mágico …”, cantaban también en Cósmico y Galáctico, creyéndose el cuento de ser músicos, los que armaron su primera banda de rock y transformaron un espacio en su casa finca en la sala de sus ensayos, un universo mágico. El nivel subió, la dedicación aumentó y los ensayos tomaron gran parte de sus días.


Sobredozis, un nombre peculiar para el momento, pero emocionante para la evolución del new metal que llegaba a Urabá. La emisora del pueblo los contactó para una entrevista. El locutor los trasformó en estrellas de rock y se impresionó con sus canciones, una experiencia para nuevas oportunidades. Los invitaron al festival Urabá vibra en Medellín y al año siguiente se tomaron la tarima de Urabá vibra en Bogotá. La fama aparecía poco a poco, mientras se hacían conocer, pero todos los sueños estaban pesando en el bolsillo.


Un cambio trascendental


'Si creyeron que llegaron a la punta de la montaña, no. Hay otra puntica más para seguir', reza una frase que los Villegas recuerdan de sus inicios. Su vida se trasladó hacia Bogotá, en busca de nuevos proyectos. Grabaron su primer sencillo y participaron en espectáculos extraordinarios. Compraron una casa y la adecuaron en la sala de ensayo para la banda, pero necesitaban “sobrevivir” a la agitada vida de Bogotá. Rentaban el espacio, compartían con diferentes músicos y enseñaban sus conocimientos. Se crearon nuevas experiencias musicales y se convirtieron populares en el negocio. Pero todos sus sueños se fueron derrumbando a cambio de dinero y la banda desapareció.


Fer empezó a trabajar en La Hamburguesería y Alejo era ingeniero de sonido en el mismo restaurante, un trampolín para conocer más gente del gremio. Efectivamente; conocieron muchas bandas, managers, ingenieros y cantantes, pero el dinero y los reconocimientos pasaron a ser su principal felicidad y armonía. “Todo viene y todo se va, todo sube y tiene que bajar, las cosas pasan cuando tienen que pasar, en el momento indicado, ahí va a estar”, cantaban los Villegas en Magia. Un sentimiento revolcó sus corazones y decidieron dedicarse completamente a la música.


Precisamente el cumpleaños de los mellizos, un 11 de septiembre, el productor de Fanny Lu contacta a Fer para participar en un espectáculo junto a ella y otros artistas. Alejandro se involucró en el trabajo como un rayito de luz extra y aquel fue un punto clave en la ruta para que se cumplieran los sueños de los hermanos. “Traje serenata cósmica y galáctica, mágica y romántica, con ukulele y mucho Caribe”, cantaban los Villegas en Cuando te miro a los ojos.


Momentos extraordinarios acompañados de música


Tomaron contacto con Lucas Arnau, cantautor colombiano de pop latino. En 2015 fueron invitados a participar en su álbum Buen camino, compuesto por duetos con Adriana Lucia, Silvestre Dangond, Amaury Gutiérrez, entre otros. La producción fue nominada al Latin Grammy como mejor álbum tropical contemporáneo, acreditando la producción de los mellizos en De la mano. Primera nominación para Lucas y los Villegas.


En su traslado en 2016 a Medellín el viaje continuó con Arnau para un nuevo álbum: Teatro, en 2017. La colaboración de 6 canciones, entre ellas Cósmico y Galáctico y Labios Rojitos, fascinó al público. Una vez más fueron nominados al Latin Grammy, como mejor álbum tropical contemporáneo.


Los mellizos urabaenses, compositores y productores independientes, están a la espera de propuestas concordantes con su pensamiento. Ya están en su primer parto: Aquí y Ahora 11:11, once canciones, con once versiones acústicas, de su primera producción en desarrollo; un álbum recargado de pensamientos positivos y el despertar conciencia, mediante los colores del caribe.





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