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  • María Camila Pizano Castañeda /

Una vida tras el éxito paralímpico de Colombia

En Colombia, a noviembre del año 2015, había un millón doscientos veintitrés mil trecientos setenta y ocho personas en el Registro de Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad del entonces llamado Ministerio de Salud y Protección Social; una cifra significativa para un país con 48 millones de habitantes, pero más significativa cuando en tema de deportes hay un grupo que se extiende cada vez más.


El crecimiento de esta tendencia se manifiesta también en Colombia, demostrado en la participación de 39 deportistas que viajaron a Río de Janeiro para los Paralímpicos 2016 y que demostraron que la discapacidad solo está en la mente, que querer es poder y que el deporte es para todos, obteniendo 17 medallas, logro nunca visto en estas modalidades. La delegación de nuestro país logró ser la segunda mejor en toda América del Sur, solo superada por Brasil, país anfitrión, y por encima de países más competitivos como Argentina y Chile.


Yesenia Restrepo junto a su esposo Joe y su hija. Una familia rebosante de capacidades. Foto: María Camila Pizano


La participación de estos deportistas en Río le abrió la puerta a Colombia en el mundo de los deportes bajo condiciones de discapacidad, al ponerloen la mira de estas competencias al pasar de dos medallas en los juegos Paralímpicos Londres 2012 a las 17 medallas en los Paralímpicos Río 2016.


Esta historia sin precedentes tiene 39 episodios, uno en cada deportista; uno de ellos es la vida de Yesenia Restrepo, quien trajo en sus manos una medalla de bronce de los Juegos Paralímpicos Río 2016.


Apenas comenzaba el año 2005, cuando unos fuertes dolores de cabeza confundieron a Yesenia, acudió al médico, pero ellos diagnosticaron estrés. Restrepo sabía que no se trataba de eso, pero quiso no pensar mucho, sin imaginar que la historia se tornaría más difícil, cuando diez días después regresó el dolor, esta vez más intenso. Ya en urgencias se dio cuenta que era tarde, la piel había comenzado a estirarse e hincharse, igual que sus ojos, quedó hospitalizada pero ya no había nada por hacer, sus nervios ópticos estaban muertos. La vida se oscurecía, la luz se iba apagando y solo estarían los recuerdos de las imágenes que vio hasta sus 23 años.


Yesenia tenía a su hija muy pequeña en ese momento, la preocupación era su pan de cada día y veía una salida muy difícil. Gracias al apoyo de algunos compañeros de la empresa donde laboraba, comenzó la rehabilitación y el estudio del braile. Y la vida no se queda con nada, y grandes sorpresas comenzaban a llegar. Fue en el año 2007 que el deporte comenzó a ser luz y un nuevo camino por andar para Yesenia, cuando conoció a Joe González, un deportista en silla de ruedas. Lograron hacer amistad y él la inició en el deporte al reconocer las cualidades y capacidades que tenía para explotar.


Pronto el amor unió estas dos historias de vida. En julio del mismo año se hicieron novios, y la exigencia por parte de Joe para que Yesenia entrenara era más fuerte y finalmente en noviembre del mismo año, tejieron sus vidas para siempre. Hoy llevan 10 años de casados, de complicidad y de complementarse, pues los pies de Joe están en Yesenia y el él, ella tiene sus ojos.


Comenzó para Yesenia un nuevo proyecto de vida, un camino que nunca se imaginó recorrer y triunfos que hoy agradece, pues es el deporte el que la tiene donde está, aprendió a valorar su discapacidad y comprobó que no es ningún obstáculo. Desde ese momento ha sido varias veces medalla de oro en los Juegos Nacionales, medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos en Toronto-Canadá en el 2015 y ganadora del oro en el Open Caixa de Atletismo.


Llegan los Juegos Paralímpicos Río 2016 y Yesenia sabía que este era el momento de hacer una historia diferente a la de Londres 2012, donde fue víctima de un fuerte virus que afectó totalmente su rendimiento, pero aprendió de los Juegos Paralímpicos pasados que lo primordial es la seguridad y estar tranquila de lo que sabe y tiene. Quería la medalla en lanzamiento, no la logró, pero tampoco estuvo lejos, obtuvo el quinto puesto y con orgullo el diploma Paralímpico en lanzamiento de disco.


Y luego la medalla de bronce en relevos femenino 4x100 clase T 11-13. Obtener esta medalla para Yesenia fue muy meritorio, porque se preparó al lado de su guía, Juan David Cortés, este fue el premio mayor a la constancia y la dedicación.


Yesenia agradece su discapacidad y lo que ella trajo en sus manos, un matrimonio, conocer tantos lugares del mundo, no tener miedo a nada, convertirse en una gran deportista profesional y ser una mujer plenamente feliz.



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