Lecciones del periodismo iberoamericano: "No se puede ser periodista sin ser persona"
El periodista español Alberto Arce fue finalista en la categoría Texto del Premio Gabriel García Márquez por su trabajo “Los piratas del chavismo: así es la nueva guerra del Caribe” en el cual, junto con el reportero gráfico Rodrigo Abd, recorrieron el estado de Sucre en Venezuela para retratar el estado de una actividad económica como la pesca en un momento de crisis económica y política de dicho país. Aquí el testimonio recogido durante el Festival Gabo 2017.
"La gente piensa que la escritura es un tipo sentado solo en una habitación frente a una máquina de escribir al que le viene la inspiración y lo suelta porque es un genio. Eso no tiene nada qué ver. En la elaboración de un reportaje, la escritura –en mi caso– 5% es ese paso, el 95% es la reportería en el terreno, y esto es lo que más me gusta y me enseña. Para esto es muy importante el equipo con el fotógrafo, y cada día discutimos sobre lo que hemos visto durante el día. Eso es la escritura, es un proceso vivo que va desde el principio hasta el final. Es la toma de decisiones de cómo me comporto en cada momento".
"Esto no tiene nada qué ver con una gente que se sienta a que los inspiren las musas. Esto tiene que ver con personas que se ensucian, caminando por la calle, hablando y preguntando, sorprendiéndose y contradiciéndose. Y por eso es importante el equipo, hacer todo esto con el equipo; además existe ese mito de que el fotógrafo es una persona que va detrás del reportero y ya. No, ambos son reporteros".
"También hay que sorprenderse. Si tú ya lo sabes todo, nunca en tu vida vas a aprender nada. Hay que tener curiosidad genuina por la vida. Y como periodista hacer una observación participante. Si ellos comen pescado, tú también comes. O sea, yo no puedo pedirle a alguien que me cuente su historia si me creo mejor que él, porque si me creo así, ¿por qué esa persona confiaría en mí para representar su historia correctamente? Lo que hay que hacer es saber estar en los sitios con respeto. No necesariamente creo que involucrarse. Mi labor es entender, y eso aplica a la vida, a ser persona. Yo creo que puntualmente en el tema de Venezuela por parte del periodismo hace falta dejarse de etiquetas, de solo entender la realidad de esa forma".
"Convencer a los editores de hacer una historia como esta es prácticamente imposible, lo que tienes que hacer es hacerlo, y cuando ya lo has hecho le dices: ‘mira, tengo esto, ¿me lo quieres publicar?’. Por eso yo creo que hay que tener olfato, por eso ser genuinamente curioso, eso significa detectar qué cosas creo que son interesantes y que podrían coincidir con el criterio de más gente".
"A las nuevas generaciones de periodistas les haría falta recuperar un poco más de pasión por conocer. Vivimos en una cultura del ruido y la inmediatez, y creo que hay que ser más reflexivo, plantearse más preguntas, no juzgar, no odiar tanto, aprender a hablar con los diferentes. Eso es una actitud vital. Es que persona y periodista es lo mismo, no se puede ser periodista si no se es persona. Nunca dejas de ser persona".
"Esto no tiene nada qué ver con una gente que se sienta a que los inspiren las musas. Esto tiene que ver con personas que se ensucian, caminando por la calle, hablando y preguntando, sorprendiéndose y contradiciéndose".
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